Revista Diario

Seamos responsables

Por Belen
Ha empezado el curso y los virus, catarros, toses, fiebre, mocos y demás no han dado tregua. Un buen número de niños, incluído el mío, ha empezado la temporada otoño-invierno, la temporada de las "itis".
Mi peque ayer empezó a tener moquillos, era solo eso, mocos, ni tos, ni fiebre, ni nada de nada. Así que le llevé al colegio, era su primer día de 3 horas. Y por cierto fue muy bien. Aunque llegó algo lloroso (aunque mucho menos que el día anterior), entró por su propio pie, y se quedó tranquilo. Al recogerle estaba feliz y se pasó todo el día hablando de su profe, de las canciones, de los juguetes, de lo que había pintado. Así que parece que se divierte. Pues eso, que a pesar de los moquetes, asistió a clase. Salió igual que entró, mocos y nada más. Bueno mocos y una sonrisa que le inundaba la cara.
Por la tarde la cosa fue a más, décimas, toses, ojos llorosos. Así que de cabeza al pediatra, por desgracia nuestro santo médico no estaba, así que la suplente miró por encima al niño, especialmente le miró por encima la garganta, a pesar de mis advertencias de sus antecedentes. Sus palabras fueron estas:
- Antitérmicos, lavados nasales y mucho líquido. Es un catarro.
- Sí, sí, ya veo que es un catarro. Pero si la fiebre va a más te lo bajo mañana.
- No, no, es mejor ver el cuadro con 24 horas de evolución. Lo bajas el lunes.-¿¿¿¿¿Einsssss????????
Para ser médico y ser de ciencias esta doctora no sabe que el lunes serán ya más de 72 horas de evolución. En fin, espero que hoy esté su médico. Porque la fiebre ahí está, la tos de perro ahí está y unas bonitas placas pueden aparecer, y si voy el lunes la fiebre igual se me ha puesto en 40º.
El caso es que a pesar de que esta mañana tenía 37, no muchos mocos y poca tos, NO ha ido al colegio. El niño no está para ir a clase, por varios motivos: no se encuentra demasiado bien, los mocos salen y salen sin parar, puede contagiar a muchos compañeros. Le he dado un buen chute de ibuprofeno y claro, luego se encontraba mejor, pero insisto, no me ha parecido responsable llevarle. Primero por el niño, que duda cabe, y segundo por los demás.
Hoy he hablado con algunas mamás amigas que me han contado que muchos de sus hijos estaban enfermos. Las patologías más comunes: mocos, faringitis, gastroenteritis. Tenemos un amplio abanico. La mayoría de ellas no han llevado a los niños a los colegios y/o guarderías pertinentes. Pero algunas, a pesar de tener un diagnóstico confirmado sí han llevado a los niños. Llevar a un pequeño a clase con unas placas, o con una bronquitis, supone que lo pegará seguro a otros niños. Y ahí está el gran problema. Y así no hay manera de que viruses varios salgan de las aulas.
Me consta que no es fácil para muchos padres que trabajan apañarse cuando un hijo está enfermo. Pero hay que reconocer que muy responsable no es llevarle al centro con una fiebre enmascarada con antitérmicos y con una patología que sabemos contagiará a sus compañeros.
No me atrevo a criticar de lleno a esos padres, insisto, porque conozco las dificultades a las que se enfrentan. Yo estoy en casa y hoy no ha ido a clase mi hijo, no ha pasado nada. Pero otras personas tienen que hacer un auténtico despliegue de medios para conseguir atender a su hijo enfermo en día de diario.
Una vez más tengo que mencionar la tan manida conciliación laboral, la falta de ella mejor dicho, que si tu hijo enferma aquí no hay quien te cubra, a menos que te pidas el día de vacaciones claro.
Pero a pesar de todo, me atrevo a pedir a esos padres un poco de responsabilidad porque si nada más empezar el curso estamos ya así, el invierno parece será bien duro.

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