Lorena y Raúl tenían muy claro que el día de su boda sería el que marcaría un antes y un después.
Querían que todos sus invitados se sintieran arropados y queridos por acompañarlos. Por este motivo le di varias vueltas para ver que podía hacer siguiendo la línea de su invitación y la temática del mismo.
Fotografía Rubén Ahijado
Me puse a darle vueltas y les propuse una estación de correos que utilizaríamos para entregar las tarjetas de agradecimiento. Les gustó la idea y nos pusimos manos a la obra.
Raúl quería que pusiéramos buzones, tipo americano.
Pero se nos iba de presupuesto. Así que estuve viendo la manera de poder diseñarlo.
Al final la idea llegó y preparamos un cajetín de correos, en el que cada cajetín iba ir numerado para depositar las cartas.
Al tener un texto personal, escrito a mano por los novios, este debía ir envuelto para que nadie lea lo del otro. Y seguiríamos la línea de la entrega de la invitación de boda.
El proceso era el siguiente.
Cada invitado buscaría en el directorio su nombre donde le indicaría en que casillero le aguarda una carta. Y para que veías que es lo que ocurre, aquí os dejamos una imágenes porque sus caras lo dicen todo.
¿Te imaginas recibir algo exclusivamente para tí? ¿Te imaginas ir a una boda y que te entreguen un detalle solo para tí?
Haga click para ver el pase de diapositivas.Y con este magnífico detalle los invitados se sintieron importantes.
¿Quieres una boda llena de detalles que marquen a cada uno de vuestros invitados?
Pincha aquí