Absolutamente masivo. Las fechas no eran las mejores (algunos con exámenes de recuperación o recién llegados de las vacaciones con la cartera llena) y la sala tardó algo de tiempo en coger calor. Pero cuando lo hizo, según Sebastian Brandt se puso a los mandos, el espectáculo se antojó memorable.
Pasadas las tres de la mañana y con el calentamiento bien hecho gracias a las manos de Angel Ace primero y Chenkio, el sueco saltó a escena. Tranquilo, simpático, afable y con una sonrisa sempiterna en la boca comenzó su sesión de puro uplifting. Sin aspavientos, logró conectar con el público de la capital que se entregó por completo a las melodías del escandinavo.
Por supuesto, no faltaron sus temas más populares como '450' o 'Ashes'. Con su mano derecha siempre en alto acompañando el son de la música hizo que en más de una ocasión la sala al completo botara en los breaks como si de un ASOT o Trance Energy se tratara...
El único pero de la noche vino de la mano de la sala. El sonido, como en otras ocasiones, no fue todo lo óptimo que cabe esperar para recibir a un genio de la talla de Brandt. Entre las limitaciones impuestas por los propietarios en cuanto a decibelios se refiere y la mala distribución del sonido, el bullicio de la gente se hacía notar demasiado. Suerte que los sonidos del sueco hacen que poco importe... gracias a los chicos de Harmony Deluxe por hacer tanto por el Trance español.