El director de cine escogió como locación para la entrevista una casa abandonada del barrio La Floresta, en el centro norte de Quito.
Por Marcos Vaca, editor digital
(Publicado en diario El Comercio, Quito, el 23 de agosto de 2014)
El director de cine ecuatoriano Sebastián Cordero estrenó el año pasado la cinta ‘Europa Report’, un thriller de ciencia ficción. Desde su visión de cineasta desmenuza los miedos del ser humano.
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Haga click para ver el pase de diapositivas.Al frente de los cines Ocho y Medio, en La Floresta de Quito, se desmorona una casa. Aparenta estar abandonada, aunque en el barrio se dice que ahí vive una señora. Cuando acordamos con Sebastián Cordero la cita para la entrevista, él mismo sugirió que las fotos fueran con esa fachada de película de misterio. ¡Ojos de cineasta! Hace años, durante la búsqueda de las locaciones en España para filmar ‘Rabia’ (2009), Cordero y su equipo visitaron una casa. Ahí el dueño mostró el cuarto de su hijo a los cineastas y este lucía con el desorden fresco, como si un muchacho acabara de abrir los cuadernos sobre el escritorio. El propietario de la locación hablaba con naturalidad sobre la habitación. Al finalizar la visita, el director y su equipo se enteraron de que el muchacho había muerto hace tiempo; ellos no lo creían, la habitación estaba intacta. Ahí Sebastián Cordero tuvo “miedito”. Yo soy más miedoso y antes de la entrevista temía que habláramos de cine y no del miedo; charlamos de ambas cosas…
La vida cotidiana es como una película de suspenso, siempre con el miedo de que algo terrorífico va a pasar.
Vivimos con el miedo a una posible tragedia, a que las cosas se compliquen, o el miedo básico a la muerte, que es la única certeza que tenemos, pero sin nunca saber dónde ni cómo te va a agarrar. Entonces yo creo que la gente tiende un poco a ignorarlo, pero aparece cada cierto tiempo.
¿La mente es la suma de todos los miedos?
La mente magnifica todo. Creo que realmente la mayoría de todos los miedos no están debidamente justificados. Muchas veces sí son cosas que han sido magnificadas por la mente, por los rollos que uno tenga… El miedo hace que decidas cambiar de situación, pero la verdad es que uno llega hasta cierto punto y de ahí la cabeza se vuela con el miedo.
¿No es el cine culpable de esa magnificación?
Sí, indudablemente el cine ha creado situaciones. Creo que Oscar Wilde decía que la literatura está basada en la realidad y que la realidad está basada en la literatura. Tú ves una película de miedo y está inspirada en algo, en un mito, en una leyenda que se ha ido contando en el tiempo. Las fuentes de nuestros miedos vienen de las cosas que hemos visto o leído. Las películas aumentaron mucho el miedo de la gente contemporánea porque son la fuente de historias más míticas. El cine tiene un impacto en la cultura popular y los miedos de las cosas que se han visto en el cine están ahí. Hay arquetipos como la casa embrujada y todo eso se puede aplicar a situaciones de la vida real y sí te dan miedo.
El Hollywood añejo filmaba películas de monstruos para generar terror. Ahora esas criaturas son más bien divertidas. El nuevo terror viene de un ataque virtual, de inteligencia artificial…
Es cierto que ha habido una transformación. Si te das cuenta una criatura mutante, humanoide, lo que sea, ya sea extraterrestre, o que salga de una laguna o de un pantano, eso ya era suficiente para asustar. Ahora la gente se engancha mucho en películas de mundos que no conocemos. El cine ha llegado a un momento de gran espectáculo con mucho realismo de situaciones que podrían ser imposibles pero creo que también hay un regodeo en ver el espectáculo que puede ser una destrucción sin que necesariamente eso sea miedoso. Sí hay tensión dentro de una película de desastre como ‘Poseidón’, pero finalmente lo que existe ahí es una carga alta de suspenso y de sobrevivir en una situación difícil pero no es el miedo primario que sí se encuentra en cosas que son más personales o que están atadas a la psiquis, a los arquetipos justamente de los miedos, de los tabúes, de las cosas con la que no quisiéramos encontrarnos, pero también de las cosas que no dependen de nosotros.
El propio miedo puede ser un motivo de superación.
Definitivamente salir de una situación te hace vencerte a ti mismo y se me viene a la mente la película ‘127 horas’, la del tipo que está atrapado en un cañón y que para sobrevivir debe tomar la decisión de cortarse su propio brazo. Pensar en esa situación es aterrador, es la peor pesadilla.
¿Cómo se estudia al público para construir un guión de suspenso, de miedo?
Tiene que ver con el cómo lograr un ‘in crescendo’ de la tensión. O sea, establecer temprano una situación de tensión me parece importante, es un punto de partida clave, y luego es como ir apretando tuercas y cada vez estás más encerrado en la situación. Lo que es interesante es pensar en el lado primario de las situaciones como en ‘Europa Report’ donde había la onda de decir qué pasa si estás en una situación de supervivencia y estás solo. Cómo entra la soledad en el manejo de tu situación y lo que está afuera. En ‘Europa Report’ había el tema del sonido incorporado en el guión porque había cosas que se oían alrededor de la nave y el misterio de qué está pasando. En ‘Europa Report’ me encantó cuando Rosa se quedó sola en la nave, un momento miedoso, porque te preguntas cómo saldrá de ahí. A ratos uno quiere decir que ya termine una situación de miedo para aliviarte. Pero de alguna forma eso se extiende.
En ‘Europa Report’ la tripulación vence el miedo, se sacrifica para probar que existe un monstruo…
El miedo no es siempre lógico y en ‘Europa Report’ era gente científica y su meta era lograr que se acabe eso y que la mente analítica sea más fuerte que el miedo, que es algo primario que no se entiende. Cuando empecé a trabajar en el guión de ‘Europa Report’, la primera cosa sobre la que hablamos con el guionista fue de Howard Phillips Lovecraft y de adónde queríamos llevar esto. Finalmente, inclusive la onda de la criatura que se ve al final está inspirada en la mitología de Lovecraft. Hay un libro de un autor francés que escribe acerca de Lovecraft. Es un trabajo, ensayo, que habla de la vida de él y cómo era un tipo que no funcionaba socialmente, que pasó encerrado años por miedo a lo inentendible y lo logró plasmar a través de su literatura. Eso es algo con lo que mucha gente sí se ha conectado.
Los temblores en Quito han generado miedo colectivo y la gente entra a expresarlo en las redes sociales.
Hay un tema social fuerte de vivir algo ‘heavy’ y miedoso y compartirlo (en la Red) es la manera de alivianarlo. Cuando alguien te cuenta una anécdota de cómo sobrevivió a un terremoto, uno se endulza escuchando los detalles. De alguna forma disfrutamos y hay morbo del miedo. Todos sabemos que no se puede saber cuándo será el próximo terremoto, pero hay la posibilidad de que pueda ocurrir. Esa incertidumbre genera mucho miedo.
¿A qué tiene miedo Sebastián Cordero?
Tengo miedo a la muerte, al dolor, a la enfermedad, a lo que viene junto con envejecer, como miedos primarios. No soy de lanzarme en bungee, tengo miedos físicos y no sé si me animo a hacer ciertas cosas. De niño me fascinaban las montañas rusas pero me aterraba, era como que podía pasarlas horas mirando.
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