Dimensiones es el relato con que se abre el libro ‘Demasiada felicidad’, escrito por la autora canadiense Alice Munro y publicado en 2010 por la editorial catalana Lumen. El libro podría encuadrarse dentro del realismo psicológico, pues se centra en complejas relaciones humanas que, a menudo, se quiebran inesperadamente.
Alice Munro recibió el premio nobel de literatura en 2013 por ser una “maestra del cuento contemporáneo”-según las palabras del propio jurado-y se ha convertido así en la decimo tercera mujer en recibirlo. Su infancia y juventud han marcado de lleno la forma y el fondo de sus historias. Munro nació en Ontario en 1931 y creció en una granja, en el contexto de la depresión económica. El ambiente austero y rural en que se crió ha dejado huella en su obra enmarcando gran parte de sus relatos. Abandonó sus estudios universitarios para formar una familia y dedicó el poco tiempo que le dejaban las tareas del hogar y sus hijos a escribir (lo que explica muy bien su especialización en el mundo del relato).
Demasiada felicidad es una de sus obras de madurez. En ella recupera el estilo expresivo del que se había ido alejando en obras anteriores, un estilo fluido y directo, de frases nunca excesivamente largas y encauzado por un narrador omnisciente. Otra marca característica que encontramos en el libro es el protagonismo de los personajes femeninos, que la autora sabe irnos desentrañando poco a poco. En concreto, en el relato ‘Dimensiones’, conocemos a Doree, una joven que trata de superar una gran perdida entre charlas con su asistenta social e idas y venidas de la cárcel. Saltando del pasado al presente se va reconstruyendo su historia, que desde el principio podemos imaginar fuera de lo normal.
Por tanto, hay que ir rellenando huecos y tirando de intuición hasta que el misterio de Doree se nos revela más allá de la mitad del relato. Mientras tanto, a la narración omnisciente, se unen los lapidarios y sugestivos diálogos que tan bien describen a los personajes y van preparando el terreno. Al final, el inesperado desenlace de la historia parece el más lógico posible.