[Sección Literatura] Reseña: El abuelo que saltó por la ventana y se largó
Cristina Durán Agulló 16 septiembre, 2013 0
Allan Karlsson va a cumplir 100 años y no le apetece hacerlo en un asilo en el que no se puede beber aguardiente. Así que, poco antes de la celebración de su siglo de vida, escapa por la ventana de su habitación. A partir de ahí se desencadena una divertida historia en la que se va acumulando un disparate tras otro. Antes de emprender su huida en autobús, Allan roba una maleta sin saber que contiene cincuenta millones de coronas. Esto lleva a que el anciano y los peculiares aliados que va encontrando por el camino sean perseguidos, no sólo por la policía sueca, sino también por el grupo mafioso “never again”.
Básicamente, esta es la premisa de la ópera prima de Jonas Jonasson, periodista y productor televisivo sueco. El libro se ha convertido en un éxito de ventas en Suecia y otros países europeos como Francia e Italia, y ya se ha iniciado el proceso para plasmarlo en cine. La editorial Salamandra publicó la novela en castellano en 2012.
En clave humorística, Jonasson habla de temas como la corrupción o el sensacionalismo en los medios de comunicación y hace una original ficcionalización de los acontecimientos históricos más importantes del siglo XX.
La historia tiene dos planos narrativos: por un lado, la huida del anciano y su séquito con el dinero, y, por otro, la biografía centenaria del antihéroe Allan Karlsson. Este inofensivo abuelo sólo desconfía de tres tipos de personas: clérigos, abstemios y políticos. Su actitud despreocupada y su inconsciencia política, unidas a diversas casualidades del todo surrealistas, hacen que Allan se convierta en el principal responsable de acontecimientos como el triunfo de Franco en la guerra civil española, el descubrimiento de la bomba atómica o el final de la guerra fría. Su lista de experiencias vitaleses tan larga como sorprendente, en sus cien años de vida, el anciano ha tenido tiempo de cruzar el Himalaya, escapar de un campo de concentración soviético o trabajar como agente secreto para la CIA.
La historia es ligera pero nada intrascendente. La sociedad actual y su recorrido histórico se convierten en un gran circo gracias a la explotación de recursos como la ironía, el sarcasmo y la hipérbole. Se trata de una parodia con reminiscencias del thriller policiaco que cumple muy bien su objetivo. A lo largo de sus 413 páginas, consigue hacer reír al lector mediante la caricaturización de la estupidez humana y sus consecuencias. El resultado es un relato divertido aunque también deja una cierta sensación agridulce.
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