Fue en 1840 cuando la reina Victoria escogió este color para su boda con Alberto de Saxe-Coburg.
La foto oficial del evento gustó tanto que aún hoy es el color preferido para la inmensa mayoría de novias, y se está imponiendo incluso en países orientales como Japón. Sin embargo las nuevas tendencias en vestidos de novias están volviendo a salpicar de color las bodas. Desde un lazo o fajín en la cintura o un bordado de flores en el corpiño, hasta los atrevidos vestidos realizados por completo en los antiguamente colores prohibidos rojo y negro, en las colecciones de este año hay mucho donde elegir.
Oscar de la Renta nos propone una novia romántica que parece sacada de un cuadro de Boticelli, gracias a la falda cuajada de flores, las mangas abullonadas y la pamela envuelta en gasa. Hasta el tradicional ramo se transforma en una cesta llena de flores silvestres.
Carolina Herrera también opta por las flores pero las adapta a su estilo y nos ofrece una imagen mucho más urbana y actual. Como en muchos de sus diseños el binomio blanco y negro funciona a la perfección para crear una novia femenina y moderna.
Vera Wang prefiere evitar los estampados y para su colección de primavera alterna el blanco con el rosa empolvado, verde claro y hasta gris ceniza. Sus novias son románticas y lánguidas, y llegan al altar envueltas en etéreas capas de gasa.
Para las más atrevidas Jordi Dalmau lo tiene todo en su catálogo, colores puros o con estampados, brocados, volantes, jaretas y volúmenes, bien por separado o bien todo a la vez. Una colección juvenil y original, y para muestra un botón:
En cualquier caso, seas partidaria del blanco tradicional, de los colores más atrevidos, o de algún toque delicado que rompa la monocromía, hay diseños para todos los gustos.
¡Se trata de sentirse única y especial por un día!
Escrito por Montse Prieto del blog
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