Segundo disco totalmente en castellano de la formación murciana con el que pretenden consolidarse definitivamente como una de las bandas más cool de la escena electro-pop-rock.
Y ese parece ser el mayor problema, que con tanta dispersión uno no sabe dónde colocarlos, y por ello siguen situados en una zona de nadie que les impide dar ese salto definitivo a un público más masivo, que es lo que su música y su actitud pide a gritos.
El eterno dilema entre la independencia y el mainstream. El disco trata de contentar al público de ambos lados de la línea en la que habitan: cortes guitarreros de corte indie clásico, fundamentalmente medios tiempos, se mezclan con temas enfocados claramente a las pistas de baile como un pupurrí entre Phoenix, Bloc Party y los Arcade Fire más festivos.
Tampoco se trata de ninguna novedad, porque es algo que les ha caracterizado desde sus comienzos y que se hizo más latente en su anterior disco, el exitoso Fracciones de un segundo, con dos claros bloques diferenciados: pepinazos y melosos medios tiempos. En Demasiado soñadores nos encontramos ante un buen disco, pero lejos del nivel de composiciones como Rincón exquisito, Más suerte o Conocerte. La línea continuista quizás resta el factor sorpresa que nos encontramos en 2009.
Aún así, temas como Autodestructivos, Muérdeme o Prototipo lo tienen todo para ser auténticos éxitos de estadio, al fin y al cabo Second son un grupo de directo. Pero yo me quedo con su parte más intimista, que la tienen: la belleza de En pequeñas cosas y la sobria y perfecta N.A.D.A, uno de los mejores temas de su carrera.
"N.A.D.A."