A Katie las cosas le van bastante bien. Es una joven chef en un restaurante de éxito y planea abrir otro aún mejor. Pero un día todos sus proyectos se tuercen, su actividad amorosa se dirige al borde del abismo y una camarera sufre un accidente muy desafortunado.
De repente, su vida ha pasado de estar bastante bien a no demasiado. Katie necesita una segunda oportunidad... y quizá no imagina los riesgos que conlleva obtenerla.
Gracias a Penguin Random House por el ejemplar.
Sí, yo tampoco lo puedo creer. Y es que por años y años negué la idea de leer una novela gráfica debido a mis malas experiencias con mangas (me mareo al leerlos, para el que no sepa), pero por fin me decidí a darle una oportunidad a una.
Seconds fue la que recibió ese graaaan honor y hoy les traigo la fotoreseña para que, además de leerme hablar maravillas de esta hermosura, puedan disfrutar visualmente toda su beiesah.
Si me preguntan qué es lo que me llamó de esta novela gráfica son tres cosas: 1) oí maravillas de su autor por su otra saga (Scott Pilgrim) y por esta, así que básicamente desde el día cero me habían dado ganas de ver cómo trabajaba 2) la historia, que es una mezcla de cruda realidad con una historia psicodélica que sigue una leyenda antigua que cualquiera pudo haber escuchado de más chico (yo lo hice, al menos) 3) los dibujos. Es que en serio. Miren la definición, el papel, los colores. Me quiero volver chango.
La verdad es que no quiero hablarles de la sinopsis en sí, porque así de misteriosa como parece es uno de los complementos que le da ese no sé qué al libro. Poco a poco vamos descubriendo la historia de Katie, su restaurante original, el nuevo que piensa abrir y varios personajes muy pintorescos (sus compañeros, su ex, una chica muy particular...). Poco a poco se nos va develando esta historia tan extraña pero genial a la vez, que nos mantiene entretenidos hasta el final.
Es un libro con una dinámica muy especial. Más allá de que sea una novela gráfica y, por lo tanto, más rápida de leer y de relacionarse, esta en particular tiene un movimiento poco común. No sólo porque los personajes son graciocísimos de principio a fin y porque podemos reconocer a varias personas que conocemos en ellos, sino que hacen de una historia bastante rara y particular algo que se siente súper cotidiano.
Creo que ni tengo que hablar de los colores y de la calidad de las páginas porque prácticamente todo eso se puede ver en las fotos, ¿no? Sinceramente es algo que me sorprendió. Al no estar acostumbrada a leer novelas gráficas (aunque sí a chusmearlas en la librería de vez en cuando), el tacto con el papel y la impresión visual que general este libro es espectacular. Los colores son perfectos y muy bien elegidos por el que lo aplicó, así que es una de las tantas razones que agrego por lo cual hay que tener esta preciosura en la biblioteca.
La verdad es que no creo que tenga que decir mucho más para que sepan que en algún momento de su vida tienen que leer este libro. Sólo miren estas fotos (ignorando el reflejo del velador :P) y díganme, ¿no les llama su estilo, su color, su espontaneidad? Y es que eso siente una al ir página a página leyendo su historia: es algo espontáneo, las sonrisas salen espontáneamente.
Básicamente tienen que leerlo. Su historia, su formato, su edición y absolutamente todo son perfectos. Es una novela gráfica que me dio muchas ganas de seguir leyendo más, a ver qué tal. Divina, espontánea y graciosa son sólo tres de los adjetivos que le pondría a estas millones de páginas... ¡a ver cuáles le pondrían ustedes!