San Luis Potosí.– En un giro sorprendente, el pasado jueves siete de septiembre, la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí quedó sumida en la controversia. Todo surgió cuando Rabinal Gamboa, sin ser titular oficial de la Secretaría pero comportándose como tal, decidieron prescindir de Ana Neumann, una de las figuras más respetadas en el ámbito cultural del estado. Lo que ha causado especial desconcierto es la forma en la que se llevó a cabo: sin un documento oficial de terminación, sin liquidación y, por supuesto, sin una justificación evidente.
El panorama se complica aún más con la revelación de que diversas áreas de la Secretaría de Cultura operan sin una dirección clara. Entre ellas, la Casa de Barrio de San Sebastián, el Teatro de la Paz, la Dirección de Fomento, la Dirección de Fomento Artístico y Cultural, la Casa del Poeta López Velarde y la Casa Museo Manuel José Othón. Esta situación ha derivado en una serie de despidos que, en muchos casos, parecen no tener fundamento, exponiendo una posible mala gestión y uso de recursos al interior de la institución.
Ante estos hechos, la comunidad cultural y la sociedad en general demandan respuestas transparentes y soluciones inmediatas. La opacidad con la que se han manejado los recientes despidos, sumada a la crisis de liderazgo en diversas áreas de la Secretaría, exige una revisión minuciosa por parte de las autoridades competentes. Salvaguardar el patrimonio cultural y artístico de la región es esencial y no debe ser comprometido por gestiones cuestionables.
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