Título: Secretos del arenal
Autor: Félix G. Modroño
Editorial: Algaida
Género: novela, suspense
Páginas: 384
Publicación: Noviembre 2014
ISBN: 978-84-9067-122-1
El destino entrelazado de dos mujeres, en dos ciudades y dos épocas diferentes El voluptuoso mundo del vino ha unido a Silvia y Mateo en una relación tan intermitente como apasionada, donde nunca hay preguntas ni tampoco respuestas. Pero ella sigue atormentada por el dolor de hace muchos años: en 1989 el cadáver de su hermana mayor apareció en el monte Artxanda, salvajemente mutilado, y desde entonces el asesino sigue libre, sin que las investigaciones —primero de la Policía Nacional, y luego de la Ertzaintza— hayan logrado sustanciales avances. Un día, Mateo recibe el correo electrónico de una desconocida que le propone leer la novela Secretos del Arenal: una historia de intrigas, venganza y supervivencia situada en la Sevilla de postguerra, una ciudad acosada por el hambre, la miseria y la represión política. Mateo no sabe que es la propia Silvia quien le manda ese correo, y por supuesto desconoce qué claves se esconden tras la lectura de esa novela. En la más reciente novela de Félix G. Modroño, galardonada con el XLVI Premio Ateneo de Sevilla, el destino parece entretejer las historias de dos mujeres, en dos ciudades diferentes separadas por más de mil kilómetros y con casi medio siglo de diferencia. Quizás el Arenal —el de Bilbao o el de Sevilla— aún oculte las claves de un misterio nunca resuelto, y quizás un libro contenga las repuestas a las preguntas que nunca se formularon.Yo soy otra de esas blogueras y blogueros que se quedaron enamorados de La ciudad de los ojos grises y que aplaudieron hasta con las orejas la concesión del premio Ateneo de Sevilla de este año a Félix G. Modroño. Tenía claro que la iba a leer y mi objetivo se me puso fácil cuando gané el ejemplar que he leído en el sorteo organizado por Books&Co y Libros en el petate. Además, llegó a tiempo para participar en la lectura conjunta orquestada por El universo de los libros y Libros que hay que leer, así que aquí estoy, cumpliendo con ella (aunque sea casi al límite del plazo estipulado).
Y he de decir que el autor me ha vuelto a conquistar con esta novela bastante sobria, muy trabajada, con un ritmo impecable y una trama (o dos) muy interesante. Como ya ocurriera en la anterior novela, G. Modroño vuelve a sustentar su obra en dos líneas argumentales paralelas, que transcurren en épocas y en lugares diferentes (aunque conectados, como si de un viaje de ida y vuelta se tratara) pero que, como anuncia la propia sinopsis, tienen un punto en común. Así pues, lo que en principio parecen tramas paralelas acaban convirtiéndose en tramas convergentes. Y esa convergencia es la que da sentido global y unidad a la obra.
Además de desarrollarse en distinta época, en ciudades diferentes y tener cada una de ellas su propia protagonista y sus propios personajes, también la elección del narrador, el punto de vista y el tono hace que ambas se distingan. Así, la trama más cercana al presente, la que, de algún modo, lleva la voz cantante de la obra, por cuanto es la primera que conocemos (exceptuando el texto inicial, en cursiva, que no descubrimos a quién pertenece hasta el final) pero también porque durante su desarrollo se alude a una novela titulada Secretos del arenal en la que se contarían los sucesos que nosotros vamos desvelando en la trama que se desarrolla en el pasado, está narrada en primera persona, a través de la voz de Silvia, una mujer muy singular, con unas ideas muy claras, que utiliza un tono cercano y bastante reflexivo para contarnos la parte del argumento que le corresponde a ella. En cambio, la trama del pasado está narrada en tercera persona omnisciente, con un punto de vista alejado de los personajes y un tono neutro que permite al lector juzgar lo que en ella ocurre, sin las valoraciones de la voz narradora, que ejerce en muchos casos de historiadora. Creo que este juego de narradores le sienta muy bien a la historia y consigue un resultado final muy equilibrado: quizá si solo hubiera elegido una tercera persona la novela habría resultado un poco fría y poco analítica pero si solo se hubiera apoyado en la primera persona para contar toda la historia, la obra hubiera resultado demasiado reflexiva y, creo yo, con un ritmo más lento.
El equilibrio es, pues, para mí una de las notas más destacadas de esta novela. Equilibrio en la forma, equilibrio en el contenido, equilibrio entre las dos tramas y equilibrio en el estilo personal al que ya nos tiene acostumbrados el autor, sobrio pero con toques elegantes y poéticos y frases que se quedarán en mí. Utilizando el lenguaje del contexto en el que se mueven algunos de los personajes de la obra, diría que Modroño consigue un maridaje perfecto entre fondo y forma y que ofrece al lector un caldo de buenísima factura que se paladea con gran placer en boca y que deja en el cuerpo el poso de ciertas reflexiones de interés y que van más allá del mero contenido de la trama.
Así, el autor nos habla en esta novela de los abusos de poder, de amor, de olvido, de la crueldad de la guerra, de algunos intentos fallidos de derrocar a Franco, de inocencia perdida, de muerte, de pérdida, del dolor de no poder criar a un hijo, de la locura incomprensible de algunos amores y de aquellas personas que abogan por amar libre, sin etiquetas, ni miedo al qué dirán, ni sospechas, ni reproches, solo guiados por las reglas que ellos mismos han querido darle a su relación.
Finalmente, no puedo dejar de hacer mención a la dimensión metaliteraria de la novela, que se deja ver en el guiño que ya he mencionado antes de incluir una obra titulada justo como la que estamos leyendo en la propia trama pero también en las innumerables citas y fragmentos que aparecen en Secretos del arenal, citas que crean un ambiente único y que le dan un sabor muy especial a la novela.
En definitiva, coincido con muchas de las reseñas que se han publicado dentro de esta lectura conjunta en concluir que Secretos del arenal es justa merecedora del Premio Ateneo de Sevilla de este año, por su equilibrio, sus tramas, su excelente ambientación y por esa forma de contar tan maravillosa que tiene Félix G. Modroño.
Nos seguimos leyendo.