Conocí a Félix con La ciudad de los ojos grises, una novela que me enamoró, me dejó huérfana en el mismo momento en que la terminé y cuyos personajes se quedaron en mi corazón una buena temporada, por ese motivo cuando se fallaron los premios Ateneo de Sevilla supe que más pronto que tarde su nueva novela estaría entre mis manos.
Sin duda, me ha vuelto a sorprender con una historia bien estructurada, con varios hilos argumentales, bien documentada, ambientada y con unos personajes bien definidos y perfilados. A pesar de no gustarme el vino tinto, lo que primero me atrajo de esta novela fue el tema de la enología, el mundo de los sumilleres, su habilidad para reconocer olfativamente los distintos aromas, gustos y retrogustos del vino. No hace mucho asistí a una Feria del vino en Castellón y pude disfrutar del deleite con que los entendidos y los que pretenden serlo catan los caldos para orgullo de viticultores y enologos.
La trama del pasado sin embargo no me enamoró de buenas a primeras, la verdad es que no entendía que relación podían tener ambas, el tema de la guerra civil y posterior dictadura franquista lo tengo trillado y lo que menos podía esperar es que los tiros fueran por esos derroteros, además algún personaje que otro me repugnaba... sin embargo cuando empezó a tomar forma, me cautivó de tal forma Olalla y su historia que no sabía con que parte de la trama quedarme, obviamente con las dos porque terminan confluyendo y encajando a la perfección.
El autor:
Félix G. Modroño es un escritor vizcaíno, afincado en Sevilla. Tras publicar Villalpando, paisajes y rincones, en homenaje al pueblo zamorano de sus padres, se animó a emprender la aventura de su primera novela, La sangre de los crucificados (2007), protagonizada por el doctor Zuñiga, un peculiar investigador del s.XVII, que también sería el personaje principal de su siguiente obra: Muerte dulce (2009).
Con la ciudad de los ojos grises (2012) cosechó un gran éxito de ventas y el reconocimento de los lectores. Secretos del Arenal ha obtenido el XLVI Premio de Novela Ateneo de Sevilla.
Podéis seguir al autor en :
www.felixmodrono.com
@FelixModrono
y en facebook Félix G. Modroño
Sinopsis:
El voluptuoso mundo del vino ha unido a Silvia y Mateo en una relación tan intermitente como apasionada, donde nunca hay preguntas ni tampoco respuestas. Pero ella sigue atormentada por el dolor de hace muchos años: en 1989 el cadáver de su hermana mayor apareció en el monte Artxanda, salvajemente mutilado, y desde entonces el asesino sigue libre, sin que las investigaciones, primero de la Policía Nacional y luego de la Ertzaintza, hayan logrado sustanciales avances.
Un día, Mateo recibe el correo electrónico de una desconocida que le propone leer la novela Secretos del arenal: una historia de intrigas, venganza y supervivencia situada en la Sevilla de posguerra, una ciudad acosada por el hambre, la miseria y la represión política. Mateo no sabe que es la propia Silvia quien le manda ese correo, y por supuesto desconoce que claves se esconden tras la lectura de esa novela.
En la más reciente novela de Félix G. Modroño, galardonada con el XLVI Premio Ateneo de Sevilla, el destino parece entretejer las historias de dos mujeres, en dos ciudades diferentes separadas por más de mil quilometros, y con casi medio siglo de diferencia.
Quizás el Arenal, el de Bilbao o el de Sevilla, aún oculte las claves de un misterio nunca resulto, y quizás un libro contenga las respuestas a las preguntas que nunca se formularon.
Dos historias entrelazadas...
Cuando en un mismo libro se entrelazan dos historias el autor corre el riesgo de que una de ellas no sea lo suficientemente atractiva y el resultado final quede deslucido. Como he reconocido al principio la historia del presente me atrapó enseguida, el mundo de la enología me resulta interesante, disfruto con una buena copa de vino blanco o cava, me atrae el mundillo del sumiller y de la elaboración de los caldos, así que por esa parte he disfrutado como una enana. Por ese lado la novela comienza para mí pisando fuerte, a ello ayuda también que la historia esté contada en primera persona por su protagonista, Silvia, y que tenga un caracter intimista muy marcado.
Cuando más enganchada me tenía la trama del presente, el autor muy hábilmente cambia de registro, de época, de narrador, de protagonista, y de ambientación. El autor nos traslada a Sevilla, nos sitúa en los últimos escarceos de la Guerra Civil española y en la miseria de la posguerra, con una ambientación muy descriptiva que se me hizo lenta en el momento en que más me apetecía saber que pasaba en Bilbao. A pesar de que la historia del pasado me resultó muy bonita, no era capaz de encontrar un nexo de unión entre ellas, la escasa acción me ralentizaba la lectura y cuando una es incapaz de encontrar ratos de asueto que duren horas, la impaciencia ataca. Supongo que tampoco ayudaba que la trama estuviera contada en tercera persona por un narrador omnisciente, que ofrece todos los puntos de vista posible pero para nada es capaz de interrelacionarse con el lector.
Con un estilo cuidado, casi lirico, un lenguaje culto y una proporción idónea entre las descripciones, la acción y el diálogo Félix ha logrado mantener el ritmo durante toda la novela, a pesar de que en algunos momentos ha podido parecerme lenta ha remontado con facilidad. Esto también ha sido posible gracias a los capitulos cortos y a la alternancia de las tramas, que nos mantenía en vilo hasta que la historia volvía al punto en que la habíamos dejado.
Estas dos historías por si mismas bastarían para conformar dos novelas independientes, de ahí que en un principio nada parezca relacionarlas y que tengamos que esperar hasta casi el final para que ambas tomen sentido, encajen y nos dejen con la boca abierta, porque si de algo no se puede acusar a esta novela es de previsible, los constantes giros que el autor imprime a ambas tramas nos mantienen bastante despistados hasta casi el final.
En Secretos del Arenal se conjuga el gusto por el vino de nuestro autor, su pasión por la lectura, los libros, y la música. También conjuga dos ciudades a los que esta ligado de una u otra forma Bilbao y Sevilla. Me ha gustado sobremanera los guiños que el autor ha hecho a la su anterior novela que fue un éxito de ventas, pero si queréis saber de que se trata os tendréis que meter en la historia y descubrirlos por vosotros mismos.
Dos mujeres tan diferentes como iguales...
Silvia y Olalla son dos mujeres distintas que viven en dos tiempos muy diferentes y sin embargo, más semejantes de lo que podría llegar a imaginar el lector.
En la trama del presente Silvia es la protagonista absoluta, es un personaje complejo, rico en matices que nos va a regalar reflexiones con las que podremos estar o no de acuerdo, hace una critica social encubierta y plantea temas como la infidelidad, las relaciones sexuales y amorosas, analiza el papel de la justicia, las victimas y de los familiares... Se puede o no empatizar con ella, cosa que creo díficil porque es un personaje egoísta y muy introspectivo, al que no podremos llegar a aprehender porque ella misma tampoco conoce todas sus facetas.
Como contrapunto a este personaje tenemos a Mateo, un sumiller al que conocemos a través de su ojos y por lo tanto de forma subjetiva y un tanto difuminado, la doble moralidad de Mateo puede sorprendernos, aunque en realidad en los tiempos que corren no creo que llegue a escandalizarnos. Y Asier el ertzaintza que se convierte en amigo a raíz de la investigación del asesinato de la hermana de Silvia y que le ayuda a manejar información privilegiada.
En la trama del pasado, el personaje principal es Olalla, que esta muy bien perfilada y también esconde muchos matices, la conocemos siendo una muchacha apocada que ha perdido a sus padres en una noche de barbarie, convertida en una señorita recatada que vive entre versos y libros prohibidos, para convertirse en una mujer fuerte y decidida cuando las circunstancias lo precisan. La evolución de Olalla es impresionante y todo sucede a los ojos del lector que puede empatizar con ella, comprenderla, e incluso apoyarla.
Pero a su vera hay otros personajes perfectamente dibujados y que actúan como secundarios de lujo completamente imprescindibles. Como es el caso de Martin Villalpando, un aprendiz de periodista que intenta labrarse un futuro, un hombre sin mucha suerte. La Madrid, una mujer de vida licenciosa con una gran sensibilidad, fortaleza y decisión, Pepe el Tumba, delincuente reconvertido en policía por el régimen, hombre sin escrúpulos que maneja la ley a su antojo y con licencia para hacer lo que se le entoje con tal de mantener el orden, un personaje repulsivo como pocos, y quizás el que menos desarrollado y perfilado esté sea Eduardo Elorriaga, joven vasco de buena familia que pretende a Olalla y la convierte en su madrina de guerra.
Todos y cada uno de ellos aporta algo a la novela, sin ellos no sería posible que la trama avanzara, y mantuviera al lector pegado a sus páginas. Pero también contamos con dos ciudades que toman vida, que respiran y que son una parte importante de la historia, en el caso de Sevilla es impresionante el conocimiento de los comercios y bares de la época, de las costumbres que puede que no estén demasiado alejadas de las actuales, el trabajo de documentación hecho por el autor debe ser impresionante y la maestría con que lo vuelca en la novela me ha dejado sin palabras. Es posible pasear por las calles de la Sevilla de los años 40, entre señoritas y caballeros que se tocan el ala, con las rigideces de la época a la hora de que iniciaran relaciones. Lo que más me ha sorprendido es ese deseo de huir de los lugares más turísticos, de enseñarnos una cara que solo es conocida para los habitantes de la ciudad y para aquellos que huyen de los emplazamientos turisticos por excelencia o se preocupan por conocer rincones de gran belleza que no figuran en las guias.
Los paisajes vascos también tienen vida propia, tanto Bilbao como Urdaibai, es posible pasear por sus calles, vivir a orillas del mar, pasar una noche de tormenta o pasear por los bares menos transitados por los turistas. Me gusta la forma en que Félix nos acerca a los enclaves, nos hace pasear por ellos, tomarnos un vino, una tapa o simplemente admirar la bravura del mar.
La estructura y estilo
Lo que más me sorprendió y a la vez me lió en demasía es la forma en que se estructura el libro. Para entendernos el libro esta divivido en cinco grandes partes que se titulan Capitulo Primero al quinto. Pero a su vez estos están divididos en capitulos cortos, cuatro o cinco por cada parte y por capitulos numerados en romano que se corresponden con el capitulo en ordinal que se esté leyendo.
Supongo que es complicado de entender si no es con el libro en la mano, a la hora de comentar mi evolución en las redes yo misma no sabía como hacerlo. Supongo que lo más fácil sería decir que esta dividida en cinco partes, y cuarenta y ocho capítulos cortos que alternan ambas tramas, y prescindir del resto de subdivisiones que yo tampoco he sido muy capaz de entender.
Esta forma de presentar la trama hace que el ritmo se mantega en todo momento en ambas historias, saltando de una a otra de forma tan sutil que en ningún momento el lector se siente desplazado, y llevándonos de la mano hasta la confluencia de ambas casi al final sin que hayamos sido capaces de imaginarlo en ningún momento.
Nos encontramos ante una novela díficil de clasificar porque en ella dan confluencia muchos géneros, podemos encontrar toques negros en ambas tramas, investigaciones policiales, romances, toques costumbristas sobre todo en la trama del pasado, y una gran delicadeza a la hora de tratar los más sórdidos pasajes. Posiblemente lo mejor de este autor no sea lo que cuenta, sino la forma en que lo cuenta, que te pega a sus páginas y despliega una elegancia impresionante.
Me gustaría felicitar a la editorial por esa portada, capaz de unir ambas tramas, y sobre todo ambos Arenales, tan alejados entre sí, creo que ha sido una gran elección.
Conclusión:
Con una prosa cuidada, lírica y un lenguaje que mantiene las formas incluso en las escenas más truculentas que haberlas, haylas, Félix ha construido una historia que perfectamente hubiera podido dar para dos novelas independientes, a la que ha dotado de personajes dibujados con mucho mimo y les ha insuflado vida de forma que a veces traspasan el papel.
Si no sabes que novela regalar estas navidades, sin duda esta es una buena apuesta, puesto que con su mezcla de géneros y la elegancia de la narración hará las delicias de cualquier lector, frecuente el género que frecuente.
Retos:
25 españoles