Título: Secretos imperfectosAutores: Michael Hjorth y Hans RosenfeldtEditorial: Planeta, 2016Páginas: 528.
SINOPSIS.
Un joven de dieciséis años ha sido brutalmente asesinado. Un brillante equipo policial, dirigido por el experto criminólogo Torkel Höglund y el eminente psiquiatra criminal Sebastian Bergman, sigue la pista al asesino.
Todo son callejones sin salida y secretos por todas partes. Un misterio de difícil resolución y una trama adictiva hasta el insomnio.
Prepárate para conocer a Sebastian Bergman.Torturado y con una inteligencia fuera de serie.Brusco, mujeriego, borde y autodestructivo,pero brillante y totalmente adictivo:Querrás saber más de él, conocerlo y acompañarle en su camino.
IMPRESIÓN PERSONAL.
Creo que ya he comentado en alguna ocasión que empatizar o que un personaje te guste más o menos no es motivo para que una novela me parezca mejor o peor, al menos en mi caso. Personajes malos malísimos como por ejemplo nuestro Augusto Ledesma, sociópata narcisista hasta el extremo que nos presenta Pérez Gellida, me parece uno de los eslabones imprescindibles para el éxito de sus novelas.
Estocolmo
En Secretos Imperfectos, estos autores de nombre impronunciable, nos presentan a un Sebastian Bermang inaguantable desde mi punto de vista. Me ha sacado de quicio casi toda la novela. Es más, aunque en ocasiones lo he compadecido por su situación personal y su trágico pasado, ese sentimiento se ha visto rápidamente olvidado por la ira y hasta la nausea que me ha provocado gran parte de su comportamiento y su filosofía de vida. Todo un señor psicólogo con una mente privilegiada, con un coeficiente intelectual que debe salirse del gráfico, pero egocéntrico, egoísta hasta el extremo, borde hasta las ganas de atizarle un guantazo cada vez que replica, machista y adicto al sexo interesado que trata a las mujeres como pañuelos de usar y tirar cuando él las necesita para paliar su lastimoso estado psicológico. En fin, un figura que por fuerza te tiene que llamar la atención y del que quieres saber más y más, aunque sólo sea por saber si al final alguien le mete la "guantá" que la mayoría de las veces se merece. Además de que es muy sencillo disfrutar a tope con tanto derrame de inteligencia a la hora de exponer sus teorías y de ver más allá de pruebas físicas policiales. En ese sentido, tengo que reconocer que en estos casos de análisis, Bermang ha sido toda una delicia. También me ha hecho sonreír alguna que otra vez, porque evidentemente su ironía y su sarcasmo no deja de ser original y aplastante.Por otro lado, tener a este pedazo de personaje en un extremo, implica que junto a él o enfrente, ha de haber alguien que sea capaz de competir con él en muchas ocasiones, que le contrarrestre y que...lo aguante. Y el equipo de homicidios liderado por Torkel Höglund es un pedazo de equipo con el que no me importaría trabajar. Torkel, Úrsula, Billy y Vanja, junto con Sebastian, que se les une por interés propio, forman un equipo donde la información y el trabajo bien hecho fluye, donde se compensa la manera de ser de cada uno y donde cada uno aguanta a su manera las salidas del "tiesto" de Sebastian en pro del avance de la investigación que llevan.
Västerås
Si a estos personajes se les coloca en una trama llena de misterios, giros y secretos personales y sociales, nos encontramos con una lectura adictiva que no te deja indiferente. La he leído con avidez. Diría que con prisas no sólo por la trama sino porque también quería saber si alguien ponía en su sitio a Sebastian. Y Sebastian te sorprende cada paso que da aunque para darlo te haya cabreado diez veces por el camino.De lectura muy sencilla, rápida y muy visual, he agradecido que los nombres propios, hasta de los lugares, se pudieran pronunciar mentalmente para memorizarlos, Secretos Imperfectos ha sido mi thriller del verano sin ninguna duda. Tanto es así que en muy poco tiempo me he leído las dos novelas siguientes y no creo que tarde en meterle mano a la cuarta. Estos autores saben perfectamente hacer unos finales que te hacen desear continuar con los acontecimientos que inician en ellos.
Nos os perdáis a Bermang!!!