Revista Coaching

Secretos Infalibles para crear y cambiar Hábitos

Por Sedona

Metodo Sedona
¿Te has encontrado alguna vez queriendo cambiar un hábito y que te resulte difícil hacerlo? ¿Te ha pasado que cuando estás metido en el proceso de cambiar un hábito te has encontrado de repente haciendo el antiguo sin darte cuenta? ¿Cuántas veces has intentado cambiar un hábito? Cambiar un hábito es una de las cosas que más intentamos y menos conseguimos. Mucha gente cree que es sólo fuerza de voluntad, y por tanto cuando no lo consiguen se dicen que no tienen voluntad, y abandonan. Y cuando nos rendimos sentimos una sensación de derrota muy desagradable, que además va a influir en el futuro cuando queramos cambiar algún otro hábito, porque es que “me falta fuerza de voluntad”, y sí, esa afirmación no te va a ayudar.Veo (por Skype) todos los días a personas que han conseguido muchas cosas en sus vidas. Casi siempre están en los primeros escalones jerárquicos de sus empresas, o tienen el negocio que han querido siempre, o han conseguido hacer lo que siempre quisieron hacer. Sin embargo en todos hay una constante queja o dicen que no son constantes, o que no tienen fuerza de voluntad o que no se ven capaces de gestionar sus vidas (personal o profesional, o ambas) como les gustaría. Cuando empiezan a detallar sus logros, todos, invariablemente, tienen muchísimos más de los que se habían permitido reconocer. Incluso mujeres que se ocupan de su familia y no trabajan fuera, reconocen que el hecho de que sus hijos estudien, que sus casas estén siempre como a ellas les gusta, que su familia esté bien, es producto de sus esfuerzo personal que además se puede detallar en acciones individuales que producen ese efecto. Sin embargo de primeras no es lo que dicen. Es cierto que suelen ser personas con un alto nivel de exigencia, pero les cuesta reconocer lo que han hecho. Y todos hacemos mucho más de lo que parece.Nuestros hábitos determinan nuestros resultados. Si tienes el hábito de preocuparte estarás preocupado la mayor parte del tiempo. Si tienes el hábito de ocuparte resolverás situaciones y problemas en lugar de perder tu valioso tiempo haciendo algo no productivo. Somos resultado de nuestros hábitos, pero los hábitos son más persistentes de lo que nos gustaría cuando no son los que querríamos tener. Es fácil decir que hay que cambiar un hábito, lo que no es tan fácil es hacerlo, y no porque sea difícil en sí mismo, sino porque los viejos hábitos ya tienen su espacio hecho en nuestro cerebro, en forma de conexiones neuronales, las mismas que hacen que cuando hablamos otro idioma vengan fácilmente las palabras, a veces sin pensar. Nuestro cerebro prefiere lo conocido, más que nada porque ahorra energía y empezar un nuevo hábito implica un gasto extra de energía, un esfuerzo mayor, por eso, cuando hacemos tareas rutinarias nos cansamos menos que cuando aprendemos algo nuevo. Por eso en cuanto nos descuidemos nuestro cerebro va a intentar que volvamos a lo conocido, a lo que hemos hecho siempre, buscando el camino de menor resistencia y menor gasto energético. En realidad es un proceso de eficiencia, el cerebro deja así energía disponible para hacer frente a nuevos retos que encuentre excitantes.¿Te gusta cambiar hábitos o costumbres? Seguro que no, pero sí quieres el nuevo¿CUÁNTO TIEMPO HAY QUE SEGUIR UN HÁBITO PARA QUE SEA PERMANENTE?Cuando empezamos un nuevo hábito tenemos que seguirlo haciendo durante al menos un mes, porque si bien es verdad que desde el primer momento, y tan pronto como en una semana, se pueden ver cambios en el cerebro, como comprobó el científico Pascual-Leone con resonancias magnéticas estará compitiendo con el otro hábito que ya tiene sus conexiones neuronales que ya más que caminos son autopistas, por lo que cuando vayas a hacer algo, tendrás la tendencia de coger la autopista antes que la carretera secundaria que supone el hábito nuevo.Así, cuanto más uses el nuevo hábito más ancha y rápida será tu carretera secundaria, y si eres suficientemente constante tendrás una autopista nueva, y la otra, la del hábito viejo, se convertirá en la nueva secundaria. Y no hay un tiempo definido para convertir algo en un hábito.¿Fácil de entender, verdad?Secretos Infalibles para crear y cambiar Hábitos
QUÉ PUEDES HACERAhora ya sabes el por qué. El cómo, sin embargo, es distinto. Encontrarás excusas para volver a tu viejo habito, como falta de tiempo, comodidad, rapidez, etc., pero piensa una cosa, si vuelves ahora a los viejos hábitos conseguirás perder tiempo a medio plazo, ya que cada vez que usas un viejo hábito estarás reforzándolo mientras que estarás perdiendo la oportunidad de construir el nuevo. Puede que ganes ahora unos minutos pero en cómputo total estarás perdiendo tiempo.¿Cuál es la buena noticia? Las excusas que encuentres para no seguir con los nuevos hábitos son sólo resistencia. Y como sabes que te vas a encontrar resistencia en el camino te puedes preparar para las excusas y obstáculos que vas a encontrar que te harán desviarte de tu auténtico objetivo.
POR QUÉ ES BUENO PARA TI EL NUEVO HÁBITOEs decir, puede que decidas hacer submarinismo, o usar un nuevo método de gestión que parece muy útil, porque un amigo te dijo que es una experiencia fantástica que seguro te gustaría, y sin embargo cada vez que vas a hacerlo te encuentras con resistencia y toda clase de razones para no ir, para no pasar tiempo formando ese hábito. Si te ves en esa situación plantéate cuáles son los beneficios reales que vas a obtener. ¿Seguro que te gusta hacer submarinismo? ¿O acaso lo haces porque está de moda o todos tus amigos lo hacen? ¿Es ese método de gestión tan útil como parece? ¿Qué beneficios te va a reportar? A veces hacernos las preguntas correctas nos permite descubrir que aunque “todo el mundo” dice que algo es bueno, para nosotros no lo es. A mí me sienta fatal la lechuga (como a mucha gente) pero estuve muchos años comiéndola porque alguien dice que es “sanísima”, y no dejé de hacerlo (aunque de vez en cuando como porque me gusta) hasta que descubrí que no era tan sana, si no hubiera hecho caso a lo que decían y hubiera hecho caso a mi estómago habría ahorrado bastante tiempo, y también incomodidad.
ENCUENTRA TU POR QUÉSi quieres cambiar un hábito será por alguna razón, ¿qué tal si las escribes todas, las pones en un lugar accesible, como un post it o en tu Smartphone y así las puedes releer cuando estés tentado de dejarlo?¿Cómo habrá mejorado tu vida cuando hayas cambiado el hábito?Imagina que ocurre un milagro (es broma) y cambias la costumbre que quieres. ¿Cómo notarás que ha cambiado? ¿Qué será distinto?La recompensa que obtengas por el nuevo hábito tiene que ser mayor que la que obtienes con el antiguo, o como mínimo igual, si no tu cerebro encontrará un modo de sabotearlo, a veces antes de que te des cuenta.La voluntad es finita, es decir, tenemos unas dosis de voluntad limitadas para cada día, y se gasta, como se ha comprobado en varios estudios, y si hemos tenido que usar nuestra voluntad durante el día varias veces, al final del día puede que se te hayan acabado “las reservas” y por tanto te sea más difícil conseguir cambiar un hábito que a primera hora del día. Tenlo en cuenta para que administres tu cantidad de voluntad a lo largo del día.
ELABORA TU ESTRATEGIASi, por ejemplo, tus compañeros del trabajo van a tomarse unas cervezas al terminar, y tú acabas tan cansado que aunque querrías ir prefieres irte a casa y ver la tele, pero ves que apenas te estás relacionando con gente y lo más fácil para solucionarlo sería ir con tus compañeros al menos un par de días por semana ten en cuenta el trío:
DECISIÓN - RUTINA - RECOMPENSADecisión: Decidir el cambio de hábito, que es sustituir el sofá por las cervezas y socializar un poco.Rutina: Sabes que cuando llega la hora siempre encuentras una excusa para no ir: es lunes, hoy ha sido un día duro, etc. Prevé soluciones a tus excusas, dile a uno o varios compañeros que vas a ir con ellos, y queda con él a la hora de la salida: nos cuesta decir que no a los demás, más si les hemos dicho nosotros que sí antes, lo que te saboteará tu deseo de autosabotaje  y cambiarás tu hábito más fácilmente. Recompensa. Cuando pienses en el hábito que quieres cambiar ten a mano un post it o un recordatorio en el móvil de la recompensa principal y las colaterales que puedes obtener.
LO MEJOR PARA CAMBIAR UN HÁBITOUsa Tu Imaginación. Algo que es muy útil es imaginar cómo te vas a sentir una vez hayas conseguido cambiar el hábito, las emociones que vas a sentir, las sensaciones, los pensamientos que vas a tener. Esto ayuda al cerebro a verlo como algo real, y recuerda, el cerebro no distingue entre lo que imaginamos y lo real, sin embargo, si imaginamos algo que nos produce satisfacción el cerebro va a prestar más atención a todo lo que pueda ser relevante alrededor del hábito, para ayudarnos a conseguirlo. Eso significa que mejorará tu capacidad para percibir cuando te alejas del hábito deseado y cuando te acercas a lo que te lo hace más fácil o alcanzable.
Rompe el Ritual. Cuando tenemos un hábito que queremos romper para sustituirlo por otro solemos tener rituales, acciones previas al hábito y que de alguna manera nos identifican con él, por ejemplo, si todos los días cuando te vas a tomar el café aprovechas para fumar y quieres dejarlo, cambia el café por otra bebida, o ve a tomarlo a otra hora, o busca una actividad que te produzca el mismo placer que  fumar y que puedas hacer en su lugar.Francisco de Quevedo -  Cita

Volver a la Portada de Logo Paperblog