(JCR)
El Obispo de Bossangoa, monseñor Nestor Désiré Nongo Aziagbia, y otros tres sacerdotes de su diócesis de Bossangoa (República Centroafricana), que fueron secuestrados ayer (16 de abril) por la tarde, fueron liberados pocas horas después, según se ha conocido hoy por la mañana. Los cuatro religiosos, que se encontraban de viaje para celebrar la Semana Santa en Batangafo, habían sido anteriormente retenidos en un puesto de control de carretera por milicianos de la Seleka y conducidos a una de sus bases. El arzobispo de Bangui, monseñor Dieudonné Nzapalainga confirmó a la agencia de noticias MISNA que todos ellos se encontraban bien y que estaban de camino para regresar a Bossangoa, escoltados por soldados de la misión africana de intervención, la MISCA.
“Uno de los oficiales de la Seleka que encontramos era originario de Bossangoa y nos preguntó sobre la situación en la zona. Quería saber, sobre todo, sobre la suerte que han corrido los habitantes musulmanes de la zona. Miles de ellos han sido obligados a huir de los ataques de los milicianos anti-balaka.
Francis Ché, portavoz de la MISCA, declaró esta mañana que las fuerzas del contingente de la República Democrática del Congo, que se encuentran desplegadas en esta zona norte del país, fueron alertadas del secuestro del obispo y los tres sacerdotes y se dirigieron a la ciudad de Kabo, donde les encontraron en poder de la Seleka. Los soldados congoleños consiguieron liberarlos, tras lo cual pasaron la noche en la base de la MISCA en la ciudad de Kabo, aunque otras informaciones aseguraban que pasaron la noche en una base de la Seleka mientras los soldados congoleños negociaban su liberación. Según la oficina de Bangui del Réseau des Journalistes pour les Droits de l’Homme, uno de los responsables de la Seleka, el general Moussa Mohamed, declaró que él mismo había ordenado a sus hombres que liberaran a los rehenes.
Bossangoa y toda el territorio de esta diócesis del Norte de Centroáfrica, lleva desde el pasado mes de septiembre sumida en una espiral de violencia a causa de los enfrentamientos de los exrebeldes musulmanes de la Seleka y los milicianos anti-balaka. La ciudad ha estado dividida en dos durante varios meses. El obispado ha servido de refugio a miles de cristianos, mientras que los musulmanes estuvieron refugiados en una escuela por temor a las represalias de los anti-balaka. Durante los últimos días, y tras la retirada de las fuerzas chadianas de la MISCA que aseguraban algo de protección a los musulmanes, casi todos ellos se han marchado de la ciudad. Más al norte, sobre todo en Batangafo y Kabo, la situación sigue siendo confusa y en bastantes ocasiones los elementos de la Seleka, que escapan a todo control, han cometido innumerables abusos contra la población civil.
Monseñor Nestor Désiré Azigbia es miembro de la Sociedad de Misiones Africanas (SMA). Fue nombrado obispo de Bossangoa en 2012. Siempre se ha destacado por su denuncia de los abusos que ha sufrido la población a manos de los dos grupos armados –la Seleka y los anti-balaka- y ha realizado grandes esfuerzos para asegurar la llegada de ayudas de emergencia a la población desplazada de sus diócesis, donde ha intentado también varias iniciativas para favorecer el diálogo y la reconciliación entre cristianos y musulmanes.