Para muchos obra maestra del cine negro, a día de hoy su estilo fílmico y fuerza visual se mantienen intactos y son más novedosos que los de la mayoría de películas que se estrenan últimamente. Sin duda las mejores partes son las que incluyen a los inconmensurables Charlton Heston y Orson Welles cuyo duelo moral se traslada al espectador, con una historia que da pie a debates realmente profundos. El punto negativo lo ponen las escenas que involucran a Janet Leigh con un desarrollo de acontecimientos tan extraño como los personajes que aparecen. Con momentos memorables, y sobresaliente en su forma más que en su contenido, es un hecho que Welles era un avanzado a su época, y este largometraje es otro claro ejemplo de ello.Mi puntuación: 7/10
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