Seducción como el arte de no joder la atracción que ya está ahí

Para hoy me gustaría trasladaros un aporte que me vino vía Facebook y que me dejó francamente alucinado, puesto que una vez más recoge alguien pensamientos dispersos de esta mente loca mía y los pone por escrito. O bien yo siento que pienso igual.

Al final del texto que quiero compartir hoy voy a dejar mis propias anotaciones al respecto, con las impresiones de la lectura que también me apetece compartir.

En fin, os dejo con este escrito de Hans Comyn, cuyo título original es Seduction as the art of not f#*cking up the attraction that is already there. Disfrutad, queridos y queridas.

 A menudo un hombre conquistador tiene a pensar en la seducción como la creación de atracción a partir del mismo aire que lo rodea.

A ella no le gustamos nosotros, pero a través del diestro uso de palabras y acciones, nosotros debemos de ser capaces de cambiar su mentalidad y gustarle a ella.

Sentimos que es nuestra responsabilidad crear atracción donde previamente no la había.

Así que nos acercamos, conversamos, contamos historias, la hacemos reír, despertamos emociones, construimos confort, escalamos, le hablamos en la cama, … porque, y así pensamos, es nuestro “deber” crear atracción cuando menos lo esperen.

Hombres haciendo su trabajo Burroughsiano…

Y aún así… Más que crear atracción del aire, la seducción se me asemeja en bastantes formas al arte de no joder la atracción que ya está ahí.

Los hombres son atraídos por las mujeres, las mujeres son atraídas por los hombres. La Naturaleza se ha ocupado ya de eso. La atracción no es asunto tuyo, ni algo que debas crear. La Naturaleza se ha ocupado por ti, y por eso la seducción tiene menos que ver con la creación de atracción, que con ser la habilidad para no interferir con la atracción que ya existe ahí – guiados por la nariz, los ojos los sentidos, …

Ella : “Él me gusta … por Dios, que no se lo cargue.”

Más allá de las capas de retórica socialmente condicionada y pasada la nube de calentura, la atracción y el amor son simétricos: somos atraídos por las personas a las que nosotros mismos atraemos. La seducción es entonces, el baile, el cortejo, entre dos personas que fueron instantáneamente atraídas el uno hacia el otro, porque tuvieron la valentía de ser auténticos. Y así la más bella seducción se crea a sí misma – de la atracción que ya está allí – cuando somos capaces de reconocerla, cuando logramos dejar de sabotearnos a nosotros mismos. Durante la verdadera seducción, tú eres transportado – un espectador de la eterna danza entre hombres y mujeres. Simplemente lo dejas pasar… Te mantienes apartado, maravillado y atestiguando.

~ Hans Comyn

 p.s. Para los que buscan una prescripción: no hay una cantidad de charla que la vaya a llevar de “no gustarle” a “gustarle”. Hablando (de) más, solamente puedes estropearlo.

Así que si realmente quieres pillar mujeres, empieza pillando las señales que ellas te dan. Comienza a buscar, reconocer y no intervenir con la atracción que ya existe ahí. Muéstrate más pero mientras interactúes, haz un montón menos. Habla un montón menos. Comunícate siempre, pero habla un montón menos.

Anotaciones por Kheldar

Aquí llegados es cuando más de uno de mis lectores habituales reconocen puntos y pedazos en anteriores escritos míos, y algunos de los que hablan en persona conmigo también serán capaces de reconocer alguno de mis consejos. A saber:

• Relajarse y no empeñarse en “hacerlo todo por tu mano”. Fluye, colega.

• Despreocuparse del “qué hacer” y simplemente disfrutar. De todo: la situación, el lugar, la compañía, … Lo que sea, todo lo que la conforma. Incluso tu soledad.

• Observar la REALIDAD ante nosotros, en vez de lo que queremos que haya ante nosotros. En vez de lo que nos gustaría que pase.  Vive tu realidad, no tu fantasía.

• Dejar de hacer todas las cosas que te dan a entender que atraen a las mujeres y en realidad lo que hacen es espantarlas. Imponerte a ellas o manipularlas no es sexy.

• Déjate sorprender y cautivar por los pequños detalles que te pueden decir si de verdad es atracción o un simple encoñamiento.

• Deja las verborreas, las rutinas, los abridores y esas cosas en casa. No solo no te hacen ninguna falta sino que te convierten en una persona artificial, prefabricada. Efectivamente, eso tampoco es sexy.

Así pues, y dicho todo esto… ¿Vais a dejar de joder la atracción que ya está ahí?

No podéis decir que no se os quiera ayudar si lo que hacéis es enajenaros a las opiniones más favorables para vosotros cuando no os las venden revestidas de “método infalible”.

Tampoco podéis quejaros si al poner en práctica artificios y falsedades, se os toma por tal. En mi casa tenemos un dicho “no basta con no ser algo, tampoco hay que parecerlo”. Y efectivamente, queridos míos, si haces el capullo y pareces un capullo te toman por tal. Tal vez no es eso lo que os gustaría, pero es lo que conseguís.

Aquel que tenga oídos, que escuche.