Hace ya una semana que cogía mi maleta rumbo a tus tierras con la intención de conocer un lugar con el que siempre he soñado. Hace dos días que mi andadura por tus calles terminó, pero quiero que sepas que no dejo de acordarme de ti. He tenido la oportunidad de conocerte por primera vez y enamorarme de cada uno de tus detalles. Aunque los primeros días me recibiste con un poco de frío y alguna que otra lluvia, dejaste que disfrutara de ti, e incluso me diste unos últimos días de sol esplendido.
Hoy he despertado aquí, en casa, y he mirado por la ventana por si daba la casualidad de que la vida me diera los buenos días con flores como tú sí lo hacías, pero no ha sido el caso.
Tus grandes tiendas y las calles llenas de personas corriendo de un lado a otro por diversas circunstancias también me han conquistado. Puede que sea porque adoro las ciudades grandes. Adoro saber que una misma calle puede albergar miles de historias y momentos y que para algunos, quizá, sea EL MOMENTO. Trafalgar Square, China Town, Regent's Park, Oxford Street... no puedo dejar nada atrás, porque cada lugar tenía algo que quedará para el recuerdo.
Los banderines con la bandera de China de entremezclaban con los de Reino Unido por toda la calle, así como la diversidad de culturas con las que cuentas. Banderas de todos los países del mundo recorrían Regent's Street como adorno principal de los Juegos Olímpicos a los que mañana das comienzo.
En Harrods y Fortnum & Mason deje una parte de mí, porque todo estaba decorado con una delicadeza y una sutileza difícil de encontrar. Creo que en nuestro país la decoración y tal no es nuestro fuerte. Quería llevarme esos inmensos osos de peluche de Harrods para casa, y que una chica me hiciera caramelos con la bandera de Reino Unido en exclusiva para mí. Fortnum & Mason no se quedaba atrás. Una exposición de tocados inundaba la planta de complementos femeninos.
Tus escaparates ya estaban preparados
para los juegos, y esos taxis negros tan característicos de tu tierra
me dejaron prendada y me hicieron plantearme un dilema de a ver cual
escogía para que me llevara al hotel. Puedo asegurarte que para mi
algunos eran amor del duro. No puedo olvidar que tu ciudad es el lugar donde puedo encontrar farolas dedicadas exclusivamente a Coco Chanel.
La diversión, y sin duda, creo que una de las cosas que mas impresionantes, fue mi paso por el mundo M&M's y la tienda de juguetes mas grande la ciudad, Hamleys. La nieve puede surgir en verano, los juguetes vuelan, Kate Middleton en versión lego preside la quinta planta del edificio vestida de novia y un Spiderman gigante cuelga del techo a modo de lampara. El chocolate corrió a manos de M&M's.
Tus tiendas de lujo destacan mas por su exquisita arquitectura que por lo que verdaderamente son y lo que venden. Los grandes almacenes no se quedan atrás como el precioso edificio con el que cuenta Liberty con más de 200 años de historia.
El tercer día tuve la oportunidad de ver el Big Ben y como aterrizaba la llama olímpica. Las vistas del puente al anochecer es una imagen que no se borrará nunca de mi memoria.
Por último estuve en Nothing Hill, en el mercado de Portobello. Cientos de veces he deseado pasar por la librería y por la calle en la que Hugh Grant le tiró el café encima a Julia Roberts, pero desgraciadamente la famosa librería se cerró hace unas semanas.
Me despedía de ti entre rayos de sol y acordándome de grandes figuras que han crecido y desarrollado sus carreras en tus tierras como los Beatles o Freddy Mercury.
Hoy todo esto son preciosos recuerdos, tan solo me queda esperar a que la vida me de la oportunidad de pisar de nuevo un lugar donde muchos sueños pueden ser posibles.
See you soon Londres
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