Revista Religión
Seguid lapaz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Hebreos 12:14.¿Es posiblecumplir esta orden? ¿Cómo es posible, si vivimos rodeados de personas concaracterísticas completamente diferentes de las nuestras? Cada ser humano es ununiverso misterioso de complejos, traumas, virtudes y defectos. ¿Cómo se puedevivir en armonía, en medio de personas así? Transfiramos todo esto al ámbitodel hogar, donde no existen máscaras; donde somos lo que somos; donde nosmostramos como realmente somos.
No; no esfácil, desde el punto de vista humano, vivir sin discutir. A veces, por causade puntos de vista diferentes y, otras, por insignificancias. Entonces, ¿cómocumplir la orden del Señor?Nota que elversículo aconseja "seguid la paz". "Seguir" es una palabraque denota acción: quiere decir moverse rápidamente detrás de algo. La vida conCristo es dinámica: no es un lago estancado, es un río que fluye.
La palabraclave es "seguir". Jamás puedes estar satisfecho con lo que lograste:siempre hay una nueva montaña por escalar, una nueva jornada por iniciar, undesafío por vencer. Pero, en ese largo camino no estás solo: el SeñorJesucristo te acompaña y, si lo permites, te toma de la mano y te conduce apastos verdes y aguas tranquilas.
Seguir lapaz significa que te mueves en la misma dirección que Jesús; que no te quedasparado, aunque tus pies sangren y te abandonen las fuerzas.
Elresultado de esa experiencia es que el carácter de Jesús se refleja en tu vida,y aprendes a ser manso, en medio de la tormenta; aprendes a pagar el mal con elbien y a soportar, pacientemente, la convivencia con personas que no siempretienen la razón, pero nada las convence de su realidad.
Aplica todoesto a tu hogar: tú, tu esposa y tus hijos necesitan moverse en la mismadirección. Y, en ese proceso de crecimiento cristiano, deben permitir que elfruto del amor y de la paz los estimule a continuar avanzando. La conquista dehoy solo vale para hoy; mañana es un nuevo desafío y una nueva jornada endirección a la santidad.
Tomado demeditaciones matinales para adultosPlenitud enCristoPorAlejandro Bullón