El comunicado emitido esta semana indica que amigos y familiares de Abreu inmediatamente “llegaron al campo de juego, mataron al árbitro a pedradas y lo descuartizaron”. En una declaración oficial, la Secretaría de Seguridad Pública de Maranho, que investiga el caso, se compromete a “identificar y responsabilizar a todos los involucrados”, esgrimiendo que “un crimen no justifica otro” y que “acciones como esta no colaboran con la legalidad de un Estado de derecho”. Por el doble homicidio ya hay tres personas detenidas que fueron identificadas por los vídeos grabados con teléfonos móviles.
