Revista Cultura y Ocio
Estoy muy agradecida por la respuesta a mi pregunta de la entrada anterior, esa que hice sobre la futura portada de mi novela Aroma de vainilla. En la referida entrada, os exponía las dos siguientes imágenes de cuadros de Renoir: En la terraza (portada 1) y Confidencias (portada 2):Portada 1
Portada 2
La respuesta ha sido magnífica, tanto aquí, en el blog, como en Facebook y Twitter. Efectuado el recuento total de votos, resulta ser la ganadora la número 1, al haber obtenido 48 votos frente a los 26 de la número 2.También algunos se han instalado, como yo, en la indecisión y otros, como Localiza Recursos Sociales en el Municipio de Oviedo o Berta Fernández-Viña, ofrecen una nueva propuesta llena de calidez, basada en otro cuadro de Renoir. La llamaremos portada 3, aunque no le haya colocado título y nombre, y es la siguiente:Portada 3Otros, como Isabel o Anna Jorba, prefieren la portada que ya lleva el libro en la actualidad, la foto que yo misma hice y que es esta, o portada 4:Portada 4Pero lo más curioso es que andábamos en estas lides cuando en Faceboook surgió la voz discordante de una profesional, una diseñadora gráfica que también es una magnífica poeta. Sin cortarse un pelo, manifestó que ninguna de las portadas, la 1 y 2, le gustaban y ofreció un diseño muy rápido e instantáneo que nos cautivó a todos. Intercambiados unos mensajes y seducida por la delicadeza y buen hacer de Cristina Morano —que así se llama—, me ha remitido las tres siguientes imágenes, a las que les daré los números 5, 6 y 7, y que os pongo para que observéis la profesionalidad del resultado:Portada 5Portada 6Portada 7
A mí me atrae especialmente la número 6 y es más que probable que opte por la misma como portada de la novela. Pero inicié esta historia con una consulta y quiero finalizarla igual: a vosotros, ¿qué os parece?Gracias a todos por opinar. Lo cierto es que mi indecisión me ha llevado a conseguir un resultado óptimo. Tantos ojos ven más que un par que, encima, son astigmáticos y cosechan los frutos del tiempo en la presbicia o vista cansada.