Mapa de chacras
Desde que nacemos, aprendemos, lloramos si queremos comer en los primeros meses de nuestra vida y continuamos aprendiendo. Así aprendemos tanto lo que nos es necesario para vivir como lo que no lo es, y, aun mas grave, aprendemos consignas y falsedades que de harto repetidas nos parecen reales, asumiendo en nuestro interior verdades inmutables que no resisten ni el más mínimo análisis.
Las contradicciones acumulan tensiones y estas se reflejan en problemas de salud difíciles de cuantificar y precisar, la ciencia los llama problemas psicosomáticos y la Tradición espiritual los llama desequilibrios energéticos.
No podemos pretender llevar una vida como si estuviéramos flotando en un tanque de privación sensorial, por lo que todos los días sufrimos desequilibrios, por ello es necesario re-educarnos en la forma de vivir, de sentir y de percibir.
La energeia universal, la fuente que está en todo y que convierte a todo en uno, fluye por todas partes y sobre todos los seres y cosas, por ello es fundamental recurrir a ella para nuestra “puesta a punto” energética que es el objetivo de la sanación espiritual. Esta sanación es holística, integrando en el proceso la totalidad del ser y no solo e cuerpo físico, es global.
Como en toda sanación, es imprescindible conocer el síntoma, posteriormente mediante la lectura energética valorar el desequilibrio y posteriormente actuar regenerando tanto el cuerpo astral, el físico y el mental. La observación de las líneas puras energéticas que irradian el aura través del los siete chacras, el análisis técnico de esas líneas, nos da la clave para una sanación total a trabes de la comunión con la fuente del todo.