HARTOS DEL TURISMO DE MASAS – «Ilimitado, irrespetuoso y abusivo» – Mucha gente en Ibiza creía hace unos años, allá por 2018 que se tenía que terminar aquella fiesta de excesos que no dejaban vivir a los residentes. Ibiza en aquél momento recibía más de tres millones de turistas por año. Y eso parecía insostenible. Esto ponía de manifiesto el principal problema a que nos podemos enfrentar de nos ser conscientes de los límites que tenemos, que no es otra cosa que la falta de límites al «crecimiento», porque los recursos, y el planeta mismo no es ilimitado, y porque la falta de limitación de la riqueza de cada vez más pocos se basa siempre en el empobrecimiento de muchos. Ha habido épocas en las que, hasta encontrar un fontanero en Ibiza era difícil.
Fueron centenares los que salían a la calle para protestar contra el overturismo en Ibiza. Sucedió en Vara de Rey y los manifestantes denunciaron la privatización de las playas, los barcos de fiesta, el incremento de la delincuencia, el bochornoso y salvaje incremento de los costos de alquiler y la contaminación acústica. Algunos sostenían pancartas que decían «For Sale».
En la página de Facebook del grupo establecieron su agenda, declarando: «Queremos volver a la paz y la calma de la Ibiza clásica».
En 2017, Ibiza recibió 3.236.360 turistas, un incremento del cinco por ciento en los 3.061.895 que visitaron en 2016. Mientras que el número total de turistas subió, las últimas cantidades interanuales de todos modos representan una desaceleración en el desarrollo del turismo en Ibiza. Pero tres millones de visitantes aún son un número destacable para una isla con una población de solo 130,000. Este año apareció una exclusiva ley que prohíbe a Airbnb y otras interfaces de hosting como HomeAway registrar habitaciones en viviendas privadas y apartamentos en la localidad de Ibiza. Otras áreas en Ibiza como Santa Eularia des Riu, San José y San Antonio han establecido prohibiciones semejantes.
El consejo de turismo también tomó medidas para emprender el encontronazo del turismo en la isla, con su novedosa campaña ‘Love Ibiza’ centrada en viajes sostenibles. El turismo fue la clave para el avance de la isla, no tienen posibilidad de subsistir sin el turismo, pero en el simultáneamente deben ofrecer pasos hacia el avance sostenible. El turismo en el siglo XXI debe ser un turismo que respete y valore el sitio que visita.
Pero inclusive en San Antonio, corazón palpitante de la escena ibicenca de clubes, se están tomando medidas. Ibiza no es el único destino español que toma medidas contra el turismo de masas. En Mallorca, la ciudad más importante, Palma, fue el ámbito de una protesta antiturística en septiembre pasado, y los manifestantes exigieron a los veraneantes que «se fueran a casa». En abril de 2018, los manifestantes se echaron a la calle contra el turismo de cruceros en Barcelona.
Barcelona, con más de 32 millones de visitantes cada año, también vive tensiones.
Las manifestaciones contra el turismo se han vuelto recurrentes en toda Europa. En la cumbre mundial del Consejo Mundial de Viajes y Turismo en abril de 2018, Telegraph Travel se reunió con los líderes de la industria para debatir sobre este problema.
Pero, en 2022, tras una crisis sanitaria y las posteriores desgracias ¿Estamos en la misma situación? … Tú que piensas..