Según el análisis realizado por Paul Gipe, el 51% de las renovables en Alemania está en manos de los ciudadanos y agricultores.
En 2010 ya eran propietarios del 51% de los más de 50.000 MW instalados en el país germano, lo que representa unos 80 mil millones de euros en inversión privada.
Alemania, un país donde el 51% de la capacidad de energía renovable está en manos de sus propios ciudadanos, acogerá entre el 3 y el 5 de julio una conferencia internacional sobre el poder de la comunidad, en la que Gipe será ponente destacado. La conferencia se llevará a cabo en la antigua sede del Bundestag, en Bonn, donde se promulgó la primera ley de primas para energías limpias, conocida comoStromeinspeisungsgesetz. Esta ley, cuya traducción literal es “ley sobre la evacuación de electricidad” (a la red) fue introducida por unos agricultores bávaros frustrados ante la intransigencia de su empresa eléctrica a la hora de conectar sus pequeñas plantas hidroeléctricas a la red.
La ley “de tarifas” fue aprobada por el gobierno conservador de Helmut Kohl, y rápidamente marcó el comienzo de una revolución en la forma en que se genera la electricidad en Alemania, extendiéndose rápidamente desde Baviera, en el sur, hasta la frontera danesa, en el norte.
Los agricultores, los individuos y los grupos comunitarios podían, por primera vez, emular a sus vecinos daneses mediante la instalación de sus propios aerogeneradores y la venta de la electricidad resultante para generar unos ingresos. Estos “rebeldes” del sector eléctrico o Stromrebellen, como se les conoce en alemán, comenzaron a aparecer en todo el país, incluso en la antigua Alemania del Este.
Pasos decisivos hacia la democratización de la energía
Actualmente, el interés de ciudadanos y comunidades por acercarse a las energías renovables va en aumento no sólo en Europa sino también en América del Norte. Sobre todo, tras el lanzamiento en Ontario de un innovador programa de tarifas en 2009. En concreto, la política de Ontario promueve que la comunidad y los indios nativos norteamericanos se conviertan en los propietarios de estas instalaciones. Ya hay 800 MW en proyectos, aunque construido nada todavía. Otro ejemplo lo encontramos en Minnesota (EEUU), donde los ciudadanos son dueños de 300 MW de energía eólica.
Con todo, estas cifras resultan insignificantes en comparación con la capacidad renovable que los ciudadanos poseen en Alemania. En 2010, el 51% de los más de 50.000 MW de capacidad renovable en Alemania era propiedad de los agricultores o ciudadanos individuales. Esto representa nada menos que 100 mil millones de dólares (80.000 millones de euros) en inversión privada.
Solamente los agricultores alemanes han instalado 1.600 MW en plantas de biogás y 3.600 MW en energía solar fotovoltaica. En comparación, en 2010 sólo había 60 MW en plantas de biogás y 2.200 MW en energía solar fotovoltaica en todos los EEUU. Así, al poner la capacidad para generar energía directamente en las manos de la gente, se están dando pasos decisivos hacia la democratización de la generación de energía. Además, los agricultores alemanes, los líderes comunitarios y los empresarios no sólo están democratizando la generación de electricidad y de calor renovable. También han puesto sus miras en un objetivo igual de ambicioso: el sistema de transmisión en sí mismo.
Una conferencia oportuna
La conferencia de Bonn será ofrecida por la Asociación Mundial de Energía Eólica (WWEA) y la Asociación alemana de Propietarios de Aerogeneradores (BWE). Ambas organizaciones son desde hace mucho tiempo partidarios de la posesión por parte de los ciudadanos de las energías renovables. Debido a que representa a los miles de propietarios individuales de turbinas eólicas en Alemania, BWE se ha convertido en la asociación de energía eólica más grande del mundo.
“Si queremos alcanzar el 100% de suministro de energía renovable”, dice Stefan Gsänger, director general de WWEA, “tenemos que garantizar que las comunidades locales se benefician del desarrollo de las energías renovables y de proyectos de apoyo en su proximidades”. Recientemente, Gsänger ganó el premio de la Comunidad de la Asociación de Energía Sostenible de Ontario por sus esfuerzos a la hora de fomentar la propiedad “ciudadana” de las energías renovables.
Paul Gipe lanzó en 2004 una campaña para recuperar en América del Norte las leyes de prima eléctrica. La campaña se ha convertido en un movimiento de base en todo el continente que ha puesto las tarifas de energía renovable en la agenda política en Canadá y los EEUU. Su libro más reciente, Wind Energy Basics: A Guide to Home- and Community-scale Wind Energy Systems, se publicó en mayo de 2009.
Más información:
11th World Wind Energy Conference WWEC2012
Artículo de www.energias-renovables.com