Recuerdo que cuando cursaba Cou yo y una amiga empezamos a creer en su veracidad y antes de cada exámen nos repetíamos mutuamente "actitud frente aptitud", afirmándonos que aunque hubiéramos estudiado al final la actitud con la que enfrentáramos el examen sería definitiva. La verdad es que la dos terminamos ese curso con muy buenas notas y aunque nos vemos poco sé que ha logrado muchas cosas en su vida y que es muy feliz (tendré que preguntarle si sigue usando esa forma de sugestión).
Cuando empecé la carrera y a estudiar las actitudes, en especial en psicología social, me llamó bastante la atención cómo las personas enfrentamos las mismas situaciones de forma distinta, influenciados por múltiples y diversos factores, desde la herencia genética hasta la educación y el ambiente donde se desarrollen.
Pero el momento definitivo y por el que he terminado por aceptar que la actitud es fundamental en el transcurso favorable o no de una vida es cuando empecé a pasar consulta. Podría hacer alusión a muchos ejemplos pero hay uno en especial con cuyos autores he estado en contacto días atrás.
Primero os contaré la vida de una matrimonio de clase media que tiene un hijo hace unos treinta años que nace sano pero en seguida se queda embarazada y el nuevo hijo que es niña nacerá con una discapacidad intelectual con un retraso cognitivo considerable. Esta noticia no es aceptada por la familia y ve en lo que les ha sucedido una desgracia muy grande. La actitud que toman es aislarse del mundo y centrarse en su hija. Al cabo de muchos años siguen viviendo su situación como una tragedia y la madre adquirió una depresión de la que no ha conseguido salir. Esto ha perjudicado sobremanera al otro hijo que ha crecido con una sensación de tristeza y de injusticia divina hacia ellos. Este hecho afectará a los descendientes. El padre también tiene una pena constante y lo que hace es sobrevivir.
Ahora hay otra familia que tuvo una primera hija, hace unos veintitantos años, también con una discapacidad intelectual. Al conocer la noticia, los padres no aceptaron los que le pasó pero una vez llorado y expresado todo el dolor que sentían se plantearon "que hay de bueno en todo esto" y empezaron a buscar información sobre el problema de su hija. Hoy día, estos padres se encuentran totalmente involucrados en la sociedad, conocen a mucha gente y a muchos niños/as con el mismo problema de su hija. Y me llamó la atención la frase que la madre me dijo el otro día "Gracias a la enfermedad de mi hija he conocido a personas maravillosas". Y sé que ha ayudado a mucha gente con ese mismo problema.
¿Que diferencia a una familia de la otra? La actitud. Totalmente cierto, el problema en sí es el mismo pero lo que las hace distintas es la actitud. La primera vio una desgracia y se centró en eso limitando su vida y perdiendo cualquier ápice de felicidad. Y la segunda intentó buscar lo mejor de la situación y conseguir que le aportara cosas buenas.
Algun@ pensaréis "claro, pero eso no es tan fácil". Y también es cierto, no es fácil pero no es imposible. Es más difícil para quienes menos recursos tengan en su vida pero está al alcance de cualquiera que quiera conseguirlo por muy desfavorables que sean las circunstancias en que se encuentre.
Cambia tu actitud y cambiará tu vida...
Feliz semana y actitud positiva!