El informe 'Spain 20.20. TIC y Sostenibilidad', realizado por el Club de la Sostenibilidad y dirigido por Juan Alfaro, dedica un extenso apartado a la teleasistencia.
El estudio ha sido realizado por El Club de la Sostenibilidad y por la Fundación Vodafone, en colaboración con la ONCE, el Imserso, Cermi, ABB, Ericsson o Accenture.
Según indica el informe el número de usuarios de teleasistencia en España se cuadriplicó en el periodo comprendido entre 2002 y 2008 y ha alcanzado los 400 mil usuarios (Dato del estudio “Las personas mayores en España, datos estadísticos estatales y por Comunidades Autónomas”, 2009. Instituto de Mayores y ServiciosSociales.)
La teleasistencia desempeña un papel fundamental ante el envejecimiento de la población y el previsible crecimiento de la demanda. (La población entre 65 y 80 años aumentará en casi un 40% entre 2010 y 2020) hace que la teleasistencia sea un elemento facilitador que garantice una prestación personalizada y de los servicios de calidad.
Según las conclusiones del estudio, la teleasistencia podría suponer la generación de más de 8.000 empleos dentro de este ámbito en los distintos centros de operación de teleasistencia.
El estudio analiza también los diferentes beneficios de la teleasistencia para la sociedad; mejora la calidad de vida de los usuarios en cuestiones funcionales (incremento de la movilidad y de la independencia) y en cuestiones afectivas (incrementa la sensación de protección y seguridad, así como la autoestima), lo que permite la integración en la sociedad por más tiempo, la participación en la economía y en la sociedad con menores limitaciones.
También permite un seguimiento en tiempo real de mayor calidad (en especial de aquellos con dolencias crónicas) y menor coste.
Y permite ofrecer nuevos servicios de valor añadido y de calidad para los usuarios.
El estudio establece una serie de recomendaciones como son la difusión de las bondades y prestaciones de la teleasistencia en los hogares a través de campañas de comunicación especialmente dirigidas a la tercera edad, colectivos menos familiarizado con dispositivos tecnológicos, así como formación específica en TIC.
Mejorar el grado de desarrollo de los servicios asistenciales disponibles que acelerará el éxito de la implantación de esta tecnología.
Continuar aumentando la dotación presupuestaria en teleasistencia y garantizar este servicio a las personas mayores y otros colectivos que lo demandan como forma de ofrecer un servicio de calidad y mayor eficiencia.
Y por último es necesario homogeneizar el servicio entre distintas localizaciones geográficas de forma que los costes de infraestructura y operación se puedan equilibrar a nivel nacional y eliminar las divergencias de precios públicos de la teleasistencia.
Revista Salud y Bienestar
Sus últimos artículos
-
Uruguay garantiza la teleasistencia a los mayores de 70 años
-
Las instituciones refuerzan los servicios de teleasistencia ante la ola de frío en Levante
-
La Xunta de Galicia obliga a que las nuevas viviendas cuenten con la preinstalación para el servicio de teleasistencia
-
Las instituciones públicas siguen apostando por la teleasistencia