Como lo prometido es deuda, os voy a explicar como ha ido esta segunda ecografía de control.
El pasado viernes, la ginecóloga se quedó confundida con lo que vio en mi ovario derecho. Hoy, la teoría ha quedado confirmada. Se trata de un quiste folicular que sigue midiendo 17mm, exactamente igual que el viernes.
Mi endometrio mide 8,8mm, y para que sea viable una transferencia embrionaria, ha de estar por encima de 7mm. Por lo tanto, sí que estoy respondiendo a la medicación.
Según la ginecóloga, ese quiste no impide que se pueda llevar a cabo la transferencia embrionaria, y de hecho, me la quería programar para este viernes, pero como algunas ya sabéis, tengo vacaciones el lunes, martes y miércoles de la semana que viene, por lo que la transferencia la hemos programado para el lunes.
El domingo se llevará a cabo la descongelación de embriones. Recibiremos una llamada del laboratorio para informarnos del proceso y confirmarnos la hora a la que tendremos que estar allí el lunes. No lo he podido evitar y le he preguntado a la ginecóloga por las estadísticas de supervivencia de los embriones post-descongelación. Nos ha dicho que sale bien en un 95% de las veces, por lo que voy a ser muy positiva y desear que mi Bonito y mi Campeón lleguen sanos y salvos a mi útero.
Tengo que seguir poniéndome dos parches de estradiol cada dos días, y empezar con la progesterona el viernes (600mg/día vía vaginal).
¿Cómo estamos?
Maridín está nervioso, desconectado (palabras textuales suyas). Teme que vuelva a pasar lo mismo, que salga mal otra vez. Aunque me imagino que el día de la transferencia no podrá evitar emocionarse.
Yo estoy ilusionada. Acojonada, pero contenta de tener otra oportunidad para volverlo a intentar. Necesito y quiero estar positiva, llevar esta betaespera con tranquilidad, pero con realismo.
¡Vamos allá!