Comenzamos la tarde de sábado, con un post que creo que os puede interesar. Se trata de un truco personal que he descubierto hace poco y que espero que os sea útil.
Seguro que os ha pasado alguna vez, que compráis productos, esperando de ellos buenos resultados, y cuando los probáis, os dais cuenta de que no tienen el efecto que esperabais. Pues bien, eso es lo que me ha pasado a mí con dos exfoliantes faciales de distintas marcas y en diferentes formatos. Se trata del nuevo exfoliante facial de Amie y de las toallitas exfoliantes de Deliplus.
-Radiant Dawn de Amie-El exfoliante de Amie me lo compré pensando que iba a ser una maravilla. Había leído buenas críticas así que me decidí a probarlo. Huele a manzana verde pero para mi gusto es demasiado artificial. Sin embargo, ese no es el gran problema de este producto. Lo peor de todo es que no exfolia nada de nada y cuando digo nada, es nada. Es una especie de gel bastante espeso que no deja que los gránulos contacten perfectamente con la piel para cumplir su función. La sensación es como aplicarse una especia de gomina en la cara y, por más que frotemos, no notamos nada.
-Toallitas Exfoliantes de Deliplus-Con las toallitas exfoliantes de Deliplus me ocurre más de lo mismo. No me exfolian absolutamente nada. Se trata de una toallita normal, como las típicas de desmaquillar, pero con pequeños círculos que supuestamente exfolian la piel. Pasarse por el rostro una toallita normal, de las que todas tenemos por casa, en movimientos circulares, es la misma sensación que yo noto con estas.
Dos productos que no me gustaban nada muertos de risa en el baño. Algo tenía que hacer así que me puse a pensar. Utilizarlo en el cuerpo podría ser una opción pero es que no exfolian nada así que sería gastar el producto por gastarlo y no era eso lo que quería.
Un día, mientras me duchaba y me disponía a exfoliarme, vi a los dos productos juntos en una esquina y se me ocurrió utilizarlos juntos.
Os cuento. Coloqué una toallita en la mano y le apliqué encima el exfoliante de Amie. Cuando lo probé en el rostro, os tengo que decir que aluciné. Los gránulos del exfoliante se quedan como pegados en la toallita y el gel espeso es como si la propia toallita lo absorbiera por lo que conseguimos una exfoliación fuerte y contundente de las que a mí me gustan.
Así que chicas no hay mal que por bien no venga. De dos productos que no me gustaban nada, he conseguido encontrar un fabuloso exfoliante. Os cuento esto porque seguro que tenéis exfoliantes que no os gustan nada por que no notáis el efecto y puede que si lo probáis con una de estas toallitas consigáis mejorarlo y obtener buenos resultados.
¿A qué productos les has dado una segunda oportunidad?
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