Qué larga se ha hecho la espera pero ayer llegó el día. El milagro, en forma de sol, se hizo a última hora de la tarde y pudimos disfrutar de la segunda sesión de Cortópolis León y, por primera vez, y ojalá que no por última, al aire libre.
Esta sesión tenía todos los ingredientes para ser inolvidable. Aprovechando que en León estamos en fiestas, los responsables pensaron que sería un momento ideal para realizar esta segunda sesión al aire libre en una de las plazas más emblemáticas de la ciudad, la Plaza del Grano, y, además, los organizadores de Cortópolis Madrid Raúl Cerezo y Alberto Díaz habían anunciado su presencia. Nada podía salir mal, o mejor dicho, casi nada porque hay un enemigo con el que nadie quería contar pero que gusta de aparecer cuando menos falta hace: el mal tiempo. La noche anterior, la de San Juan, León sufrió una tormenta de esas que hacen época y todo apuntaba a que la lluvia iba a seguir siendo la protagonista al día siguiente. Pero, después de pasarnos todo el día mirando al cielo e implorando clemencia, los astros se alinearon y salió el sol. Bravo.
Nada más llegar a la Plaza del Grano estaba claro que la afluencia de público iba a ser muy buena. Las sillas disponibles se ocuparon rápidamente y fue necesario traer más, hasta el punto de que nos juntamos unas 500 personas deseosas de disfrutar de la excelente selección de cortos que nos habían preparado. Mientras esperábamos a que hubiera menos luz natural (ya volveremos al tema de la luz luego) llegaron Raúl y Alberto. Ya estábamos todos y podíamos empezar.
Breve presentación y al lío. Abrió la sesión Efímera (Diego Modino, 2012) un delicioso corto en el que se alternan un mundo muy del gusto de Amelié Poulain y una realidad de lo más oscura y macabra, al que siguió Luminaris (Juan Pablo Zaramella, 2011) que presenta una tierna historia rodada en stop-motion. Después llegó uno de los platos fuertes, Warisover (Carlos A. Morelli, 2011) un sobrecogedor relato de los estragos de la guerra y claro ejemplo de que, con talento, sólo se necesitan unos minutos para impactar al espectador.
Tras el drama vino la comedia en su faceta más negra, primero con Peluquero Futbolero (Juan Manuel Aragón, 2012) que nos advierte de que hay que tener mucho cuidado con hacerle la puñeta a un forofo del futbol y Ojos que no ven (Natalia Mateo, 2012) en el que vemos como una familia afronta su Nochebuena más surrealista. A destacar que en este corto actúa la gran Asunción Balaguer, a quien también pudimos ver en el primero de la noche, Efímera.
Aquí toca hablar de un problema que se presentó a lo largo de la noche: la iluminación. Por causas ajenas a la organización, la iluminación de la plaza en la que se desarrolló el evento no fue atenuada con lo que hubo pasajes de determinados cortos que apenas pudieron ser visualizados por los asistentes. Esta situación fue especialmente llamativa en Ojos que no ven pero, sobre todo, en Cólera (Aritz Moreno, 2013) que, al ser tan sumamente visual, no fue percibido en condiciones por los espectadores. Y es una pena porque las referencias que hay sobre este corto protagonizado por Luis Tosar son excelentes. La buena noticia es que los responsables de la proyección fueron plenamente conscientes de lo que sucedió y un pajarito (ejem, ejem) me ha dicho que puede que tengamos otra oportunidad para disfrutar de este gran corto.
El último de la noche y, posiblemente, uno de los más aclamados por el público fue Democracia (Borja Cobeaga, 2013) que nos presenta una historia tan negra como satírica en la que podemos ver un reflejo, muy acertado, del borreguismo instaurado en nuestra sociedad.
En esta sesión mi top tres lo compondrían Democracia, Warisover y Efímera. Estoy convencida de que si Cólera se hubiera podido ver en condiciones hubiera estado en el podio porque, como sabéis los que me seguís, el tema de aldeanos enfadados con antorchas en busca de monstruo me encanta y me remite directamente a mis adoradas películas de la Universal y, además, por lo poco que se percibia, las imágenes eran de lo mas potentes. Para otra sesión será.
En el plano más personal, fue una noche muy especial, que se alargó hasta bien entrada la madrugada, en la que, por fin, pude darle un abrazo a mi querido Raúl Cerezo, al que tantas ganas tenía de conocer después de un montón de años compartiendo casa virtual en NosoloHD. Fue un placer oirle hablar a él, a Alberto Díaz y a Isabel Medarde de cine porque no hay nada como estar con los que más saben para poder aprender un poquito de ellos. Alberto y Raúl han prometido volver y aquí estaremos esperándoles con los brazos abiertos porque ha sido un gustazo verles.
Y no quiero terminar sin darle las gracias a Isabel Medarde por su trabajo. No es la única que está peleando por sacar adelante Cortópolis León pero el mundo del cine no es especialmente grato para las mujeres que están al otro lado de las cámaras y me encanta ver como un trabajo bien hecho tiene su recompensa independientemente del sexo de quien lo realice. Muchas gracias y muchas felicidades a todo el equipo porque la segunda sesión de Cortópolis León ha sido un éxito con mayúsculas. Nos vemos en la tercera sesión.