“Segundas partes”: me parece un tema genial para comenzar la patata de este año; Muchos sabréis que el año pasado estuvimos iniciándonos en esto de la crítica, y como Primera entrada oficial del Segundo Año de la Patata Letrada, puedo aseguraros que aquello de “segundas partes nunca fueron buenas”, va a brillar por su ausencia… Porque las segundas partes siempre, siempre, son maravillosas, y nuestro blog (original en sus ideas, redactores y contenidos) no iba a ser menos!
Lo primero que tenéis que conocer de mi (ya que cada lunes os revelaré algo diferente) es, obviamente y sin lugar a dudas, mi película favorita. La que casualmente resulta el paradigma de las buenas Segundas Partes… una segunda parte arrolladora, de genialidad exultante, llena de filosofía y ética; una película comprometida con los espectadores, de magníficas interpretaciones y guión espectacular: si, es una segunda parte, si es de Nolan, y si, es Batman y el Caballero Oscuro.
Seguro que algunos dirán: “Pero si la primera es muy buena. Y la tercera también… no tiene nada de especial, todas son geniales porque Batman es un pasote…” (con voz de adolescente obeso viendo la tele). Decir semejante sandez no tiene perdón. Porque se trata de una obra de arte del cómic, un antes y un después en la historia del superhéroe. El problema moral que se le plantea al todopoderoso, cuando cree que ya no es necesario, o mucho peor, que ni el es capaz de parar al mal ya… Es realmente agotador! ¿Cómo es posible que un multimillonario, dueño de Industrias Wayne, que tiene el departamento de CC aplicadas más grande de EEUU, que puede volar con una capa haciendo salto base y a la vez registrar por satélite los móviles de la ciudad para saber a donde va, se vea comprometido emocionalmente de esa manera?
Esta película, esta segunda parte tiene algo especial… Porque es la primera vez que se atreven en la industria DC Comics a desenmascarar al propio héroe y nos arrebata esa sensación de invencibilidad que teníamos acerca de el, y nos demuestra que uno no sabe vivir sin el otro, y que se necesita al malo para que exista el bueno… Y nos muestran que es débil, y que no siempre gana. En realidad es algo que ya presupones, pero que duele mucho cuando te lo dicen, así, abiertamente. Como cuando te dicen lo de los reyes magos: lo intuías, pero es horrible.
Nada más que decir de esta gran película; que la tenéis que ver todos, que es una segunda parte sin precedentes, y que tiene un trasfondo que incluso cuesta pillar la primera vez que la ves.
MITO FALSO: Segundas partes nunca fueron buenas