Revista Ópera
Si el Palau de les Arts tiene prevista ofrecer una obra y luego resulta que, sin la menor explicación, desaparece del programa de mano ponemos el grito en el cielo, sin embargo con el Palau de la Música parece que somos más tolerantes, como si fuera una institución de andar por casa que nos da más pena, nos cae más simpática, no sé exactamente por qué, pero esto no debería ser así, se le debe exigir la misma seriedad que a cualquier otra sala de conciertos. Pues eso es lo que pasó con Metamorfosis de Richard Strauss, cuando cogimos los programas pudimos comprobar que la obra había desaparecido como por arte de magina, sin la menor explicación, ni siquiera una disculpa.
Pero la mayoría de los que estábamos allí no habíamos acudido a escuchar la obra de Strauss, sino que queríamos asistir a la cita anual que Waltraud Meier mantiene en el Palau de la Música con el público valenciano gracias a la amistad que le une con el director titular de la orquesta, Yaron Traub. Es una de las grandes cosas que este director a hecho por Valencia y se lo agradeceremos eternamente.
Este año tocaba el segundo acto de Parsifal, acompañaban a la Kundry de Meier el tenor Simon O'Neill como Parsifal y el barítono Roman Trekel como Klingsor. Tal y como había ocurrido en las últimas actuaciones que le había visto me esperaba encontrar una Meier deteriorada en lo vocal y cual fue mi sorpresa al comprobar que lucía un hermosísimo timbre, sin estrangulamientos ni tiranteces, menos gutural de lo habitual, así que de lo demás ya os podéis hacer una idea no hace falta decir mucho más: si es grande con problemas vocales ,cuando estos desaparecen se convierte en inmensa, fue Kundry, de los pies a la cabeza.
De Simon O'Neill hablábamos hace unos días en el blog, cumplió las expectativas creadas, es un buen tenor, con un fiato más que suficiente y un timbre mucho más natural y cálido, menos metálico, de la impresión que produce al escucharlo en los Youtubes. Me gustó mucho como Parsifal. Tengo dudas sobre su capacidad para afrontar papeles de heledentenor propiamente dicho en estos momentos pero no lo descartaría en el futuro. Por lo pronto cantará Siegfried en La Coruña, Siegmund en La Scala, según el programa también cantará en el tetro milanés el difícil papel de Otello, doblemente difícil en este caso, por el rol en sí mismo y por la sala, esperemos que el público de La Scala no se le eche encima, ahora mismo no me lo imagino ni en el "Esultate". También estuvo muy bien Roman Trekel, lo que no me terminó de convencer fue la opacidad de su timbre.
La Orquesta de Valencia estuvo mejor de lo que nos tiene acostumbrados, me gustó esta vez Traub, pero no nos hizo olvidar el Parsifal con que Maazel inauguraba la temporada anterior en el Palau de les Arts, fue un pálido reflejo de éste. Me decía un amigo, algo exaltado por el efecto Meier, "¡teniendo unos cantantes así quién quiere una orquesta!" No estoy de acuerdo porque yo sí quiero una orquesta pero en ese momento lo comprendí perfectamente, ni siquiera me extrañó que lo dijera.
Cuando terminó el concierto el público permaneció callado durante unos segundos, algo inusual en esta sala -seguramente los energúmenos que se dedican a cortar el final de las obras sistemáticamente estaban en el estreno de Salomé en el Palau de les Arts-. Otra de las barbaridades que se hacen en Valencia, programar el mismo día el estreno de Salomé de Strauss y el segundo acto de Parsifal con la última (mezzo) soprano wagneriana mítica que nos queda. Espero disfrutar de ella durante muchos años más y que siga sin olvidarnos, ayer pudo comprobar lo que el público valenciano la quiere.
Al terminar el concierto Waltraud Meier daba, una vez más, una gran primicia, volverá al año que viene para cantar La canción de la tierra y los 5 Rückert Lieder de Mahler y estará acompañada por el neozelandés Simon O'Neill. Es una gran noticia.
Mañana vuelven a repetir el concierto en el Palau a las 19:30, si podéis no dejéis escapar la oportunidad.
Os dejo un vídeo grabado en Berlín con Meier cantando Kundry, Cristopher Ventris como Parsifal bajo la dirección de Nagano:
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