Y al final como antes sé predijo,el tiempo rápido paso; nada fue fácil pero algo de ahí se aprendió, ahora juntos están avanzando hasta lograr que aquel pequeño, travieso, creativo y divertido niño, la escuela valla a cursar.
Todo a cambiado las cosas han mejorado, con esfuerzo y disciplina lo han moldeado.
Pero para que todo esto se cumpliera, las reglas la madre en su vida también ha acatado.
Buenos hábitos en la vida hay que llevar para así las metas alcanzar.
Un par de días resultan buenos y algunos otros no tanto, como aquella vez que a la maestra un susto le saco, porque cuando al baño fue a buscarlo, el pequeño no contestó; pero buena razón tenía, ya que su pantalón roto lo tenía.
Por vergüenza y miedo a la burla, prefirió callarse para que al salón no lo llevarán.
Pero al contrario otro día llegaba con mucha alegría el niño festejando sus logros, compartiéndolo con aquellos que él sabe que lo quieren.
En zapatos ajenos he aprendido mucho, y vivirlo casi de cerca es una gran enseñanza de que no importa como se comience, fácil no será, pero si puedo afirmar que con esfuerzo las cosas cambiarán.
Alegre me siento, de vivirlo de esta manera porque me hacen ver por todo lo que tengo que llegar a pasar, si en la maternidad algún dia llegó a pensar.