Hace unos días en la cola de la caja del Primark me encontré con unos sobrecitos que me llamaron la atención. Eran unos brazaletes brillantes. En ese momento me vino a la mente una conversación que tuve con otra mamá del cole. Ella me contó que el año anterior, durante su estancia en el extranjero, había asistido a alguna fiesta nocturna con más familias con peques. En ella las madres habían puesto a los niños colgantes de colores que brillaban en la oscuridad. De modo que aunque estaban en un recinto cerrado si los peques se alejaban un poco de donde estaban los padres de un vistazo veían dónde estaban los niños y cada uno sabía cual era el suyo por el color de su collar. He de decir que se trataba de niños más grandecitos. De a partir de 7 años o así.
Total que en aquel momento me pareció una gran idea. No es que vayas a ponerles un collar y/o una pulsera y despreocuparte (con mi gen de "mare patiora" eso es imposible para mí) pero sí que es cierto que el hecho que lo lleven añade un plus de tranquilidad. Yo inmediatamente pensé en las cenas en la playa dónde la luz es la de las farolas que puedan haber (si las hay) y la del farolillo o la linterna que te lleves. Normalmente en estas cenas los padres y madres estamos charlando mientras los peques corren y juegan por la arena y a pesar de que los estás vigilando si se alejan un poco a veces nos cuesta distinguirlos.
Así que cuando vi estos paquetes decidí comprarlos para probar. Eran muy económicos (costaban 50 centimos) de modo que si no funcionaban como yo quería tampoco perdía mucho. De echo me compré cuatro paquetes, creo. En cada paquete van 5 pulseras con sus cinco enganches. En realidad se trata de una varilla que lleva dentro un producto que al doblarla para formar la pulsera se rompe (oyes que hace clac, clac, clac...) y comienza a brillar. Eso sí, el enganche es malísimo. Se cae tooodo el rato. Yo lo solucioné con un poco de celo.
Hace un par de noches salimos, linterna en mano, a realizar una exploración nocturna cerca de casa y yo les puse las pulseras a los dos para probarlas. Se veían superbien en la oscuridad. La luz dura entre dos y tres horas. Y ellos encantados de llevarlas. Incluso Marco se le explicaba a otra niña que le preguntó por la pulsera.
A mi me han gustado. Seguro que las usaré más veces este verano. ¿Vosotros las habéis visto? ¿Las tenéis? ¿Qué os parecen?
Revista Infancia
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