Concorde (Francia e Italia)
La Concorde es una de las poquísimas bases antárticas que se mantienen operativas todo el año, mientras que la inmensa mayoría de ellas solo están habitadas en el verano austral, de diciembre a marzo. Se trata de una base franco-italiana, inaugurada en 2005, que está en la Meseta Continental Antártica, a 3.233 metros de altura y 1.670 kilómetros de distancia del polo Sur. Sus coordenadas son 75 grados de latitud Sur y 123 grados Este. La temperatura media en ese paraje es de 50 grados centígrados bajo cero y en verano la máxima no supera los 25 grados. Los científicos y personal de apoyo de la base viven en dos edificios principales, con forma cilíndrica de 18,5 metros de diámetro y 12 de altura. Allí van los científicos a realizar investigaciones muy variadas, desde glaciología hasta astronomía, meteorología, tecnología y biología. En muchos sentidos, sobre todo por los desafíos que tiene que afrontar el ser humano, una base antártica de estas características es similar a un laboratorio orbital o a una nave interplanetaria. Por ello, la ESA comenzó hace años a colaborar con las dos instituciones que construyeron y operan ahora la Concordia: el instituto polar francés (Institute Paul Emile Victor) y el programa italiano antártico (Programma Nazionale di Riecerche in Antartide). Princesa Elisabeth (Belgica)
La base de investigación científica Princesa Elisabeth ubicada al este de la Antártida, dicha estación es la primera en el mundo que no emite gases de efecto invernadero ya que funciona únicamente con fuentes de energía solar y eólica. Uno de los objetivos del proyecto, consiste en demostrar la viabilidad de las energías renovables en cualquier lugar del mundo.
La Base Elisabeth, además de las fuentes de energía renovable, cuenta con microorganismos que permiten la reutilización de aguas residuales generadas en los baños de la estación. Incluso el diseño geométrico de las ventanas está pensado para conservar energía.
Neumayer III (Germany) Alain Hubert, director del proyecto enfatizó, durante la ceremonia de inauguración la importancia del proyecto en el futuro de las energías renovables. "Si podemos construir una base de estas características en la Antártida, también podemos hacerlo en cualquier otro lugar del mundo. Tenemos la capacidad, la tecnología y el conocimiento para cambiar el mundo."
La compañía escocesa Proven Energy fue seleccionada por la International Polar Foundation para instalar en las montañas de Utsteinen ocho mini aerogeneradores de 6 kW de capacidad cada uno, que proveerán de energía eléctrica a la estación.Los aerogeneradores están diseñados para funcionar en condiciones extremas con rangos de vientos que pueden ir de los 85 km/h a los 320 km/h y soportar temperaturas de -60 grados C. Cada turbina, fabricada con materiales compuestos termoplásticos, tiene la capacidad de generar diariamente 54 kWh; el diseño de los rotores les permite auto-regularse para adaptarse a los cambios de intensidad y dirección del viento.
La energía eléctrica obtenida de esta fuente será utilizada para el uso de calefacción, computadoras, luces y aparatos para 16 científicos simultáneamente. Las mini eólicas han sido probadas con anterioridad en condiciones similares en Eslovenia y Japón.
Además del sistema eólico, la base tiene instalados en su estructura 408 paneles solares en un área de 400 metros cuadrados, los cuales podrían proveer alrededor de 50.6 kWh de energía eléctrica que serán utilizados para garantizar el suministro de energía a través de paneles fotovoltaicos y agua caliente a través de colectores solares con los que será derretida la nieve.
Amundsen-Scott del Polo Sur de la estación (EE.UU.)
Halley VI (Reino Unido)
http://urbanity.blogsome.com/2006/01/30/la-estacion-antartica-halley-vi/
IV Sanae (Sudáfrica)
La estación de investigación del sur de África Expedición Antártica Nacional , finalizado en 1997, es la más antigua de esta nueva generación. La base se apoya en la parte superior de un afloramiento, conocido como un nunatak, a unos 800 metros de altura. El vacío a continuación actúa como un torbellino bajo cero, absorviendo la nieve y evitando que la estación quede enterrada por la nieve. Además, la posición Sanae de unos 100 kilómetros tierra adentro, fuera del hielo, y situado sobre la roca hace que sea ideal para estudios sismológicos sensibles y la investigación del GPS. Los equipos de hasta 10 científicos, ingenieros, mecánicos y médicos hacen tandas de 15 meses de estancia.