El 10 de diciembre de 2019, Abiy Ahmed subió al estrado en Oslo para recoger el Premio Nobel de la Paz. El primer ministro de Etiopía tituló su intervención “Crear una paz duradera en el Cuerno de África”. Menos de dos años después, habla en clave de guerra a sus ciudadanos: “Dejad vuestras tareas diarias, tomad las armas y defended a Etiopía de los terroristas del Frente de Liberación Popular de Tigray”, pidió el pasado 4 de noviembre a los residentes de la capital, Adís Abeba, tras declarar el estado de emergencia en el país.
A principios de mes la ONU publicó un informe que culpa a ambos bandos de crímenes de guerra. A pesar de que el primer ministro asegura que el enemigo es el FLPT y no los tigráis en general, la persecución de miembros de esta etnia ha levantado el temor de un genocidio y la retórica belicista de Ahmed preocupa. Desde la publicación del informe, el Gobierno etíope ha arrestado a 72 conductores locales contratados por la ONU en Afar, región colindante con la de Tigray, y Estados Unidos ha cancelado sus acuerdos comerciales con el país.
Un año después del comienzo de la ofensiva contra la región, Ahmed no solo no ha acabado con el FLPT, sino que este ava...
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Nombre de usuario Contraseña Recordar cuenta Recordar contraseñaSeis escenarios para la guerra de Etiopía: de la victoria rebelde a un conflicto estancado fue publicado en El Orden Mundial - EOM.