Nos creemos que todo cae por su propio peso y es cuestión de la edad… Pero no, queridas mías. Estos son seis hábitos que hacen perder firmeza en el pecho.
Los senos están únicamente sujetos por el músculo suspensorio, por lo que son propensos a perder su volumen y firmeza. La gravedad y el envejecimiento son dos causas fundamentales para que esto suceda. A ellos se suma otro definitivo: Haber tenido niños. Pero no todo son causas “inevitables”. No siempre vale el “esto es lo que hay”, dejemos de engañarnos. Hay varios hábitos de vida que influyen directamente en hacer perder firmeza en el pecho. ¿Repasamos, (para ver cómo eres de culpable)?
(Imagen: Adrienne-Andersen-Photo-Foter-CC-BY-NC-ND).
1) Subir y bajar de peso
Siempre estamos liadas con las dietas, lo sabemos. O la vida nos da un disgusto y de repente tenemos una talla menos. Subir y bajar de peso influye en la pérdida de firmeza del tejido mamario que, aunque es elástico, poco a poco se va aflojando. Por poner un ejemplo gráfico, pensad en una goma elástica. Al principio funciona fenomenal, pero con el paso del tiempo su resistencia es menor. Con el pecho sucede lo mismo.
2) Sujetadores equivocados
La talla correcta de sujetador es una asignatura pendiente para muchas mujeres. ¡Siete de cada diez no lleva la que le corresponde! Y la mayoría lo lleva más pequeño, lo que puede llegar a afectar al riego sanguíneo de la zona. Llevar un sujetador con talla incorrecta no es solo un tema estético, sino también de salud. Por ejemplo, puede provocar dolores de espalda, en el propio pecho, durezas, marcas en la piel, hendiduras en los hombros… Hay que distinguir entre copa y contorno, y elegir con o sin aro, relleno y forma según el momento y las necesidades. En muchas tiendas especializadas hay personal que sabe de esto y que te puede aconsejar (porque con lo de las copas A, B, C y D no terminamos de enterarnos).
3) Malas posturas
Siempre estamos mal sentados, sobre todo si trabajamos en un escritorio. Esto provoca problemas posturales de todo tipo, pero también afecta al descolgamiento del pecho. ¡Espalda recta, ya!
4) Fumar
¿Qué vamos a decir de fumar? Como ya nos lo sabemos todo, lo dejaremos en que la piel (toda, no solo la del pecho) se debilita y envejece antes, porque el flujo sanguíneo se reduce.
5) Duchas muy calientes
Ayy, un problema para las adictas a una ducha a altas temperaturas. La piel se vuelve más flexible, se ablanda y… ¿no hace falta seguir no? A la larga no solo reseca (y pica) sino que va causando flacidez en los tejidos.
6) Exposición al sol…
La protección solar es importantísima, pero especialmente definitiva en la zona del escote. Nunca tomes el sol sin protección, pero tampoco olvides aplicártelo aunque no vayas a ir a la playa o la piscina, sino simplemente si llevas una ropa escotada. No solo envejece los tejidos, sino que produce otros daños mucho más peligrosos, relacionados con el cáncer.
Gel Buste Super Lift de Clarins, con acción lifting para la zona del escote. A la derecha, V6.7 Boobster de Sepai, un vial para tratar la zona del busto, que evita el relajamiento de los tejidos, favorece la tensión la firmeza. Se mezcla con la hidratante o crema de tratamiento (cuesta 65 euros).
Body Detox es un tratamiento nutritivo-drenante corporal de Filorga, indicado para vientre, nalgas, piernas y pecho. Suaviza, desintoxica, reduce y drena (29 euros en farmacias). Lo mejor es su textura de espuma ligera, que permite que se extienda rápido y fácilmente. A la derecha, Serum Buste Galbant de Maria Galland, formulado específicamente para actuar en la zona del pecho.
El centro de medicina estética The Beauty Concept ha creado un exclusivo tratamiento para cuidar senos y escote. Cada sesión dura 75 minutos y consta de varios pasos que incluyen limpieza, un cóctel de serums personalizados, radiofrecuencia y productos aplicados con masaje. Cada sesión cuesta 100 euros.