Revista Maternidad

Sellos de calidad o lo que yo no diría jamás

Por Latetaymas @LaTetayMas

¿Sabéis estos sellos de calidad que se les pone a los alimentos con denominación de origen? Se trata de que el consumidor sepa con certeza que aquello que compra es lo que quiere comprar; que no le dan gato por liebre, vamos.

Porque si a ti te da igual beber leche de vacas de verdes prados que beber leche de una vaca estabulada y alimentada a base de piensos, pues está muy bien, pero si no te da igual, buscas como loca el sello para asegurarte de lo que estás comprando.

Por poner un ejemplo.

Esto, obviamente, no se puede hacer con los humanos. No queda políticamente correcto ponernos un sello, ni certificar composición ni origen. Pero yo me prestaría a ello, con tal de tener un seguro de que no puede maliterpretarse lo que digo, que nadie va a dar gato por liebre en lo que diga/haga La Teta y Más.

O el sello para mí, o sonotone para algunos. Pero algo.

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Cuando comencé en esto de La Teta, me tomé muy en serio formarme adecuadamente. He atendido consultas con el modo escucha para aprender sobre todo de quienes me consultaban, y luego, no sólo he leído mucho, sino que he investigado, me he puesto en contacto con gente, he preguntado… Cuando había algo que no sabía no contestaba en el momento (ni ahora tampoco), sino que me iba a mi casa a investigar esas dudas para seguir aprendiendo.

Después de tres años, he recopilado datos y conocimiento, y sobre todo, he recopilado dudas y estoy más segura ahora que entonces de que, tal y como decía Sócrates “sólo sé, que no sé nada”. Por eso, ahora, igual que al principio, procuro no hablar ex cátedra cuando estoy con una mujer, y soy taxativa en muy pocas cuestiones.

Sé que tengo muchos defectos; los conozco y procuro paliarlos. Y precisamente porque procuro ser cuidadosa, me sienta tan mal que los maledicentes saquen la lengua a pacer diciendo cosas que jamás de los jamases diría ni harta de chufas en mal estado.

Por eso quiero escribir esto: para que quede claro, ante comentarios sin sentido, lo que he dicho y lo que no me cabría en la boca.

1.- Si alguien os dice que La Teta y Más ha dicho que a un niño hay que pautarle de alguna manera las tomas (que no tome cada menos de 2 horas, espera a que pasen por lo menos 3, etc) os está mintiendo, o no habló conmigo sino con otra Teta que les engaña, o estaba en Babia mientras yo hablaba. La Teta y Más habla siempre de lactancia a demanda, es decir: siempre que el bebé muestre señales de querer mamar y durante todo el tiempo que quiera hacerlo, sin ningún tipo de restricción.

2.- Si alguien os dice que La Teta y Más le dice a las mujeres lo que tienen que hacer, os mienten, o jugaban al tetris mientras yo intentaba contarles cosas, o bien tengo una doble haciendo tonterías. La Teta y Más escucha para poder analizar lo que la mujer realmente quiere, presta información avalada por los organismos pertinentes y ofrece opciones, para que siempre sea la mujer la que elija.

3.- Si alguien os dice que desde La Teta y Más (talibana de la teta donde las haya, adalid de la lactancia materna a pesar de voluntades materno filiales, e incluso a costa de la salud de ambos) se niega ayuda a la mujer para el destete, me remito al punto 2.

4.- Si alguien llama a La Teta y Más “el demonio”, ahí sí, mira. Tiene razón.

5.- Si alguien comenta que desde La Teta y Más se asegura a las embarazadas que quienes participen en los acompañamientos tendrán partos orgásmicos que trasciendan conciencias y realidades, ha fumado sustancias poco recomendables. Una de las características que me enorgullecen de los acompañamientos es que jamás hablamos de cómo será el parto, no quiero que nadie se haga ideas raras que luego no coincidan con la realidad, que desconocemos hasta el momento del parto. La Teta y Más procura ofrecer información veraz y herramientas útiles para el manejo de las distintas situaciones que se puedan dar en un parto.

6.- Si alguien os dice que La Teta y Más convence a las embarazadas para que den a luz agarradas a los árboles, gritando como posesas y sin acudir a la “bendita epidural”, nos remitimos, de nuevo, al punto 5.

En definitiva:

No soy guresa de nadie, no lo quiero ser y no lo pretendo. La Teta y Más no se dedica ni a decir soplapolleces más propias de otro tipo de profesionales que se dedican a su funcionariado sin molestarse en volver a ver la evidencia científica 30 años después de licenciarse; tampoco se dedica a ser guía de nadie, ni a predicar ni a adoctrinar. Todo lo que suene  a cualquiera de las tres cosas se refiere a otra teta.

Que yo también tengo dos, y de siempre, sólo me funcionó la izquierda.


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