Revista Música
Bienvenidos, queridos recurrentes y sorprendidos primerizos a la Semana de los Placeres Culposos. En estos 7 días, en Sonidos Colados vamos a sacarnos el disfraz, bajar las defensas y mostrarles música que no solo nos agrada, si no que nos conecta con algo bastante íntimo de cada uno. Todos podemos adorar a los maestros, llenarnos la boca con complejas adulaciones y simpáticas perspectivas nuevas sobre los trabajos de los grandes, de los genios. Es tan dificil escribir algo novedoso sobre zeppelin como fácil perderse en repetir sus infinitas y conocidas virtudes.
Cada uno tiene su persona, y la llena de gustos, y las comparte y compara con las de las demás. Y después están esas cositas que no compartimos, o no tan fácilmente... Esa diversión estúpida que te revela idiota social, esa preferencia superficial o chorongosa que intuye tu escondido mal gusto. Son esas cosas que de pedo nos admitimos a nosotros mismos cuando nos las cruzamos por la vida, solo unos instantes antes de que venga lo que somos a callarlas, a hacernos acordar que eso esta mal, o no es.
Hay unos que se comen las uñas, y se las lastiman, pero no pueden evitarlo, y se odian cuando se dan cuenta que lo están haciendo, o después de haberlo hecho. Hay chefs que nunca disfrutan más que cuando están sentados en una mesa plástica de uno por uno bajandose tremendo combo completísimo servido en bandeja marrón. Y yo, que posteo en sonidos colados escucho muchísimo Lady Gaga (que bien escribir eso), y cuando sale la canción nueva de Avril Lavigne en la radio la canto, siempre.
Y es que es así. Son cosas que pueden dar pena de admitir, pero que nos hacen disfrutar. Son eso, placeres que generan culpa. Cosas que nos da verguenza admitir que nos gustan, pero que en esta semana especial les regalamos felices y orgullosos. Ya fue, acá va un pedazo de realidad muy cruda de cada uno de nosotros en SC, los invitamos a todos a bajarnos de los esquemas, olvidarnos de las poses, de lo cool, de lo relevante para el universo y patear todo. Los invitamos a cagarse de risa y flashearla y bailar con música que nos divierte, o nos gusta, o nos toca muy adentro (en algún momento en algún lugar), pero que siempre (a nosotros y por ahí a ustedes también) nos pone bien.
Bienvenidos! y que disfruten, los amamos!
La Sonidos Colados crew