Entretenimiento puro y duro sin pretensiones
Nota: 7,5
Lo Mejor: El ritmo frenético no permite ni pestañear.Lo Peor: Cierto sentimentalismo forzado para simpatizar con los protagonistas.
Por fin ha llegado una de las cintas más esperadas por el público de San Sebastián, Attack the Block, una película que no ha recibido más que buenas críticas desde que saliera de Reino Unido y comenzara su andadura por los distintos festivales internacionales cinematográficos. El debut de Joe Cornish en el largo no podría haber sido mejor. Un tipo con talento que ha participado en el guión de la recién estrenada Las aventuras de Tintín y al que parece que pronto le lloverán las ofertas para producir realizaciones de un mayor presupuesto que le facilite, al menos, la labor de crear unos alienígenas más curradillos.
Aunque pueda parecer en principio una obra infantil rollo secuela de Los Goonies, el film no resulta para nada un relato hecho para un público menor que narre las aventuras inocentes de unos chicos con pájaros en la cabeza. En realidad, en Attack the Block no contaremos con el niño adorable tipo Gordi, sino que nuestros héroes son algo más macarras, una banda de quinceañeros de esos con los que no te gustaría toparte por la noche y que pueden robarte hasta la gomilla de las bragas. No sólo eso, sino que esa madurez reside en el hecho de que las consecuencias de sus actos no sólo les acarrearán algún rasguño que otro, sino que la muerte, la sangre y los desgarros estarán en todo momento presentes, por lo que para nada estaremos visionando una cinta 'blandiblú' para el tierno sobrinito.
La trama se centra una vez más en un ataque alienígena, de los que ya venimos escaldadísimos y desconfiados este año gracias a películas como Invasión a la Tierra o Skyline. Sin embargo, la primera diferencia la encontramos en que no será un grupo de soldaditos con aires patrióticos americanos los que salvarán el culo de la humanidad, sino que será una banda chunga de chavales que se creen los amos del barrio y que pasan su tiempo libre robando, fumando maría y traficando, en lugar de estar en casa jugando a la Wii. Cierta noche, tras perpetrar un hurto a una inconsciente que caminaba por el parque a oscuras, los chicos se encuentran con un alienígena recién caído del cielo que ataca al líder del grupo, quien considera que el bicho no puede quedar impune tras haber atacado al puto amo del bloque y decide vengarse de él. Lo malo es que los amigos del alien tomarán también medidas e iniciarán una invasión al barrio.
Esa inclusión de unos auténticos vándalos como los principales personajes que harán frente a los recién llegados será la más potente baza que otrogue ese toque especial a Attack the Block. Se trata de unos chicos que vienen de un barrio marginal con un alto índice en la tasa de criminalidad y cuyas condiciones familiares y económicas les han conducido a un comportamiento ilegal, idea que se nos muestra en el film de una manera algo forzada en un intento por hacer sentir en el espectador una empatía hacia los protagonistas. Una premisa arriesgada sobre las causas de la delincuencia en los jóvenes que plantea serias dudas sobre la justificación de algunos actos, eliminando cualquier poso de responsabilidad en los ejecutores. Demasiado fácil, quizá hasta innecesaria, aunque con el valor de imponerse como un recordatorio de que no es necesario viajar al tercer mundo para encontrarse a niños desvalidos.
A pesar de la sencillez de la crítica social, la cinta es entretenida hasta la médula. Está tan bien rodada y consta de un ritmo tan trepidante que uno mismo no se da ni cuenta de los 88 minutos exactos que dura el film. Attack the Block mezcla de una manera ingeniosa y divertida la acción, la aventura, el sarcasmo y las dosis suficientes de sangre para perpetuarse como uno de los títulos más interesantes de la XXII Semana de Cine Fantástico y de Terror.
En cuanto al elenco de actores, no es necesario que diga que la mayoría pertenecen a esos grandes desconocidos propios de las cintas low-cost producidas para festivales, pero que no suelen hacerlo del todo mal. Lo único familiar que veremos son los mofletes de Nick Frost (Zombies Party), aunque con una trascendencia en la trama más reducida que las posibilidades de supervivencia de un donut en una convención de gordos. Asimismo, puede que nos suene Jodie Whittaker por Good, con Vigo Mortensen, o de la horro-película Supercañeras.
En cuanto a los efectos especiales, no se puede exigir grandes logros teniendo en cuenta el bajo presupuesto con el que este tipo de cine cuenta. Sí, los aliens mezcla critters lobo-gorila y fluorescente del chino ambulante son un poco cutres y las explosiones y demás artificios algo churrillos, pero la técnica es digna para el tipo de producción, demostrando un ingenio mayúsculo que encuentra su fuente en la falta de recursos.
Attack the Block es el entretenimiento hecho película. Se trata del estreno de un director que nos alecciona sobre un cine al que no le hacen falta referencias del giallo de Darío Argento para ser de calidad, ni evadir los recursos comerciales en pos de un estilo más independiente que contenga reflexiones moralistas enrevesadas, ni introducir clasicismos rarunos constituyendo planos líricos, ni siquiera, mostrar las escenas más gore y sangrientas del género. Esta película es lo que es y no pretende ir más allá. Si queréis algo más, tragaos a Tarkovski.