Bueno, bueno… Semana Santa está aquí ¿No tenéis miedo? Ah, reconocedlo, nosotros sí, este sol, esta temperatura primaveral-veraniega a tan solo unos días de las vacaciones hace que nos recorra un escalofrío. Es un estado climatológico que tiene una cierta analogía con la música inquietante que suena en las películas de intriga y suspense que anticipan algo que te va a asustar, algo (nada bueno) que te va a hacer estar en constante tensión esperando que ocurra…
Pues este sol a nosotros nos lleva por ese camino… Llevamos al menos 4 Semanas Santas, con nieve, frío y, el año pasado, un aguacero sin igual. Pensar en una Semana Santa en manga corta no cabe en nuestra mente y creemos que este anticiclón es una trampa que está jugando con nuestra confianza. El pronóstico del tiempo parece haberse aliado y nos manda señales confusas, dicen que hará un tiempo más o menos bueno. No les creemos...
La mayoría ya tendréis un destino pensado para Semana Santa, otros tantos ninguno y estaréis buscando una escapada o algún plan de última hora, y alguno sabe que no va a ir a ninguna parte porque, aunque le gustaría, la economía no lo permite. Sea vuestro caso el que sea, hemos pensado que era el momento de que os diéramos alguna idea para aprovechar la Semana Santa. Esos días en los que si has podido planificar algo están muy bien, pero si no, a veces, se te pueden echar encima. Allá vamos:
-No amedrantarse por el mal tiempo: a ver, no nos vamos a engañar, va a hacer malo. El pronóstico dice que no, pero lo sabemos, no hace falta autoengañarse, va a hacer malo, porque siempre hace malo. Y alguien, llamémosle “TECF” (Técnico Especialista en Climatología Festiva), un día estableció el calendario de las Semanas Santas para toda la vida, con algún instrumento de los que lleva Doraemon en su bolsillo, para que coincidiera que la Semana Santa, caiga en marzo o en abril (da igual la semana) haga malo. Él es bueno en su trabajo, porque afinó, y la semana, antes o después, puede hacer buenísimo que, justo los días festivos en los que todos llevamos pensando desde que acabaron las navidades, el tiempo se estropeará
El año pasado casi nos compramos el snorkel y el neopreno para visitar las Médulas en León. Y ¿qué? ¿Nos lo pasamos mal? Nooo, ¡Lo pasamos genial!. Otro año, en Sanabria nos quedamos incomunicados en un pueblecito con una nevada no prevista que nos impedía salir de Trefacio y ¿Qué pasó? Que nos dimos un paseo precioso por los alrededores. Cancelamos nuestras rutas planificadas, pero descubrimos otras y lo pasamos como niños.
En la anterior nos cayó una granizada en medio del Cañón del Río Lobos, que nos hizo correr y correr, casi masticando aún los bocadillos. Y ¿Qué pasó? Que cada vez que lo recordamos se nos despierta una sonrisa. En otra ocasión, se rompió el cielo nada más comprar unos jamoncitos en Salamanca, corríamos con ellos a cuestas en busca del coche protegiéndolos como si fueran el Santo Grial. Hemos cenado y comido bajo soportales mientras llovía sin cesar… pero ahí estábamos nosotros. Hemos sacado fotos con el paraguas sujeto con el hombro, el plástico cubriendo la cámara, los vaqueros mojados hasta la espinilla, y siempre nos hemos reído mucho.
Hemos cenado al lado de una chimenea tras un día húmedo, hemos visto los paisajes rabiososos de color por las lluvias, hemos pisado nieve virgen… esas cosas que tienen un encanto especial. Así que, nada de miedo al mal tiempo, que no te frene, que también da muchas recompensas.
-Elegir los destinos: Semana Santa es una época peculiar, vinculada directamente a la religión y con unas tradiciones que perviven en muchísimas de las regiones de nuestro país. Así que, cuando elijáis un destino, tenedlo en cuenta.
Que sois creyentes, o no lo sois pero os apetece conocer la Semana Santa de algún lugar concreto, es el momento. Que no sois creyentes y no solo eso, no os motiva encontraros las procesiones y queréis ver algún destino sin que esté tomado por la gente, hay que tenerlo en cuenta. Por ejemplo irte a Sevilla, si no la conoces y no te resulta nada atractiva la tradición de la Semana Santa, será un error…
Siempre puedes recurrir, de nuevo, a un entorno natural o lugares donde no se vive tan fervientemente. Y si buscas fervor, España es tu país, hay muchísimos lugares para poder disfrutar de pasos, procesiones y demás… hasta Madrid, damos fé. Así que, una buena opción si nunca lo has hecho y no sales a ninguna parte, es acercarte a alguna de las procesiones o fiestas que te rodeen, creas o no, aunque sea por curiosidad, te puede sorprender.
-No hace falta irse toda la Semana Santa: a ver, si la economía no da, no da. Y no solo eso, hay veces que dividir la Semana Santa en diferentes actividades hace que aun te dé más de sí.
A nosotros, por ejemplo, nos gusta mucho hacer dos noches, o una sola. Si coges los días centrales te evitas los atascos, y para la vuelta te queda aún un día en tu casa para disfrutar tranquilo antes de reincorporarte a la vida rutinaria.
Hacer cosas diferentes hace que el tiempo se multiplique en el presente y en el recuerdo. Cuando estas 4 días en casa, al final no puedes diferenciar un día del otro, pasa lo mismo, al menos a nosotros, si estamos 15 días en la playa, que al final como no te pique una medusa, casi nada marca la diferencia.
Os dejamos una recomendaciones para diferentes escapadas:** ESTANCIA DE UNA NOCHE
Hacer una escapada de una noche puede ser una alternativa muy atractiva. Sales el viernes a un lugar no muy lejano, pernoctas y vuelves el sábado por la noche, sin prisas porque el domingo lo tienes entero para ti y el jueves anterior también lo tuviste. A nosotros estas escapadas nos suelen dejar un recuerdo especial, siempre creemos haber dormido más días fuera de casa de lo que lo hicimos.El Triángulo de Arlanza – Burgos. Nosotros hicimos en un día esa ruta sin llegar a Burgos porque volvimos a dormir a casa, nos parece más recomendable hacerla pasando una noche en la misma capital y disfrutar de unos vinitos y, al día siguiente, ver la ciudad, con su maravillosa catedral.
Otra opción sería Soria: allí alojaros en Vinuesa, visitar el Cañón del Rio Lobos, la Laguna Negra, Calatañazor, a la vuelta Medinaceli o Burgo de Osma, según te pille de camino.
** ESTANCIA DE DOS NOCHES
Las escapadas de dos noches también están muy bien, te permiten alejarte un poco más y, si te organizas bien, te dan mucho de sí. Para esta opción tenemos varias posibilidades, si miráis en Destinos, en el blog podréis encontrar lugares cercanos entre sí para combinarlos. Ponemos una a modo de ejemplo.
Pirineo oscense: por supuesto este lugar merece más días, pero como se trata de dar una pincelada, y no hace falta verlo todo en un único viaje, si optáis por dos noches nosotros el día de llegada, visitaríamos Ainsa, Cañón del Añisclo. Al día siguiente la ruta de la Pradera de Ordesa a la cola de Caballo, el día completo, en todo caso si acabáis pronto podéis pasaros por Broto para ver su cascada en el pueblo. El día de vuelta, siempre depende hacia dónde vayáis buscaríamos alguna paradita, a nosotros nos cuadró Sos del Rey Católico. Pero en la zona, teneis Jaca con su ciudadela.
** ESTANCIA DE TRES NOCHES
¡Esto ya es la panacea! poder disfrutar de las 3 noches empieza a ser la puerta para visitar alguna capital europea si la economía lo permite. Dentro del territorio nacional te ofrece multitud de alternativas para hacer un itinerario en el que te da tiempo a disfrutar de paisajes, lugares y gastronomía con más tranquilidad.
En este caso, un ejemplo podría ser acercarse a Cantabria. En un radio relativamente pequeño podéis llenar vuestros sentidos de sensaciones. Hay muchas alternativas que permiten diferentes combinaciones. Visitar Santander, dar paseos a orillas del mar en primavera por la costa cántabra, las bonitas playas de Oyambre sería un excelente lugar para ello, o adentrarse en en los valles verdes con pueblos pequeñitos pero preciosos como Liérganes, Bárcena Mayor, Carmona, entre otros, también tenéis Potes, Santillana del Mar… visitar las cuevas del Soplao, etc. Y comer de maravilla.
** SIN PASAR LA NOCHE FUERA
Y luego está el aprovechar cada día sin pernoctar fuera. Si estás en una gran ciudad suele haber muchas alternativas de ocio, pero la realidad es que la mayoría van a implicar un desembolso (cine, teatro, restaurantes). Estamos pensando además en familias con niños. Los que estáis en lugares más pequeños seguramente en el entorno haya espacios naturales en los que disfrutar. Y en esta línea va nuestra recomendación.
Abril es muy buena fecha para salir a la naturaleza (los alérgicos estamos más fastidiados, eso sí) y suelen ser planes económicos. Aquí, el tiempo debe acompañar, pero un poco de lluvia tampoco impedirá el disfrute, y la nieve hasta lo puede mejorar. En nuestro caso, como somos de Madrid, os recomendamos que consultéis en nuestro apartado de Comunidad de Madrid diferentes opciones, y para los días que no queráis desplazaros, en Madrid Capital también hemos publicado algunos rincones, parques, museos o centros culturales.
Por supuesto, no podemos olvidar que hablamos de los días de las torrijas, quedarse una tarde, si se pone el tiempo tonto, en casa haciendo unas torrijitas y merendando en pareja, familia o con un buen libro es tan buen plan como los demás.
Nuestra recomendación básica, intenta hacer cosas diferentes, si no puedes salir fuera de tu lugar de residencia, alterna tu hogar con paseos, algunos rinconcitos cercanos, interésate por algún lugar que esté en tu radio de influencia, de esos que los turistas siempre visitan y tú por ser de allí, casi ni conoces. Si tienes inquietud y necesitas hacer algo, no te preocupes, no hace falta irse todos los días, busca un destino cercano y una única noche, ya se sabe lo que dicen las esencias en frascos pequeños.... Si no puedes hacer eso, sal a la calle al menos un rato, a un parque, disfruta de lo que te rodea, de sus sonidos, o de su vista, disfruta de lo que puedas percibir. Para muchos viene una semana por delante, para otros 4 días, para otros dos… con niños, sin ellos, con más dinero, con menos… pero es primavera, la vida ahí fuera continua y no nos la queremos perder.
¡Feliz Semana Santa!
¿Tienes planes hoy?