Palais Berlaymont, Bruselas. Sede de la Comisión Europea
No eran discursos muy diferentes de los que normalmente oíamos por parte de los dirigentes de los diferentes gobiernos europeos y de la propia Unión, pero viniendo de quién venían, de su indiscutible prestigio en Europa y del cargo que ocupaba, merecieron en su momento una lectura atenta. No eran más que unas breves notas, pero en aquellos días de desconcierto institucional (ahora ya crisis en toda regla) indicaban un camino a seguir. Y eso, para no perderse entre las zarzas de entonces, ya parecía bastante... ¿Qué queda de aquellas ilusiones? Juzguen ustedes, visto lo que hay.
Sean felices por favor, y ahora, como también decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendtFelipe González
Entrada 2258http://harendt.blogspot.com[email protected]"La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura" (Voltaire)