Semblanzas de Don Antonio "Toño" Williamson

Semblanzas de Don Antonio "Toño" Williamson: Un pasajero con destino a la eternidad

En el mundo eclesiástico, se suceden acontecimientos en los que circulan e interactúan personajes que convergen hacia objetivos destinados al trabajo apostólico sin dilación. Ese fue el impacto causado en la Renovación Carismática Católica en Colón con la llegada de Don Antonio Williamson, conocido cariñosamente como Don Toño. Es imposible olvidar sus enseñanzas, un maestro excepcional de la humanidad y la sencillez espiritual.

Con afables y sencillos modales propios de su formación hogareña, siempre llevaba consigo una sonrisa y una conversación gentil propia de los caballeros. Jamás se le observó un trato tosco, vulgar o descortés. Fue miembro activo y participante en el primer retiro de la Renovación Carismática Católica en Colón, aquel jueves 8 de septiembre de 1976. Junto a su esposa, Doña Celia de Williamson, formó parte del primer equipo de coordinación en aquella época de esplendor.

Recuerdo su activa participación en los famosos Congresos Nacionales de la Renovación Carismática Católica en Panamá, Chiriquí, Chitré y en Colón, durante aquel primer Congreso celebrado en el Gimnasio Claudia Lowe del Colegio Abel Bravo, ante cientos de hermanos. Participó en el Ministerio de Hospedaje, dando la bienvenida a muchos hermanos del interior y de la ciudad de Panamá. Su dinamismo y humildad en su estilo de actuar eran impresionantes.

También fue participante activo en el primer Retiro de Hombres en la Parroquia Jesús Pan de Vida en la comunidad de Cativá, Colón, que posteriormente dio paso a la fundación de la Asociación Amigos de Jesús, en su apostolado de preparar a muchos hombres y jóvenes para su encuentro con Jesucristo. Asistió a las Asambleas de la Renovación Carismática Católica efectuadas en la Escuela Santa Teresita, la Parroquia Medalla Milagrosa, la Iglesia Catedral y en la Parroquia San Vicente de Paul. Incluso participó en los Retiros de Iniciación de Vida Espiritual.

Culminó su peregrinar en este valle de lágrimas, con una fortaleza espiritual que le hizo sentir su urgente necesidad de tener un encuentro permanente con Jesucristo, para vivir la plenitud de la promesa de la vida eterna. A sus nietos, hijos y esposa, les extiendo un abrazo fraternal, no con la tristeza tradicional, sino con la motivación alegre de que tenemos un intercesor en la Patria Celestial.

"¿De dónde viene esa muchedumbre con vestiduras blancas? Ellos vienen de la gran tribulación y han lavado sus vestiduras con la Sangre del Cordero", del Libro del Apocalipsis.

Hasta pronto, hermano Toño. Nos veremos próximamente.

Luis J. Ceballos

Agente de Pastoral

Diócesis de Colón y Kuna Yala

Julio 2023.