Quisiera la escritura ser el doble del mundo,
sueña con tener órbitas, gira en el interior de la cabeza creyéndose capaz de contenerlo todo. Pero es solo un camino dibujado sobre la piel desnuda de la página al paso de esa yunta de domésticos animales con los que cultivamos los campos del Señor y un día más de luz: la ausencia y la paciencia.(Viñeta medieval)