Hoy me voy a saltar el protocolo y voy a mezclar los partidos, porque en Uno o Dos Toques somos así. Hoy me lo voy a saltar porque en Champions ha pasado algo muy raro y no me salen las cuentas. Y lo que ha pasado es que donde debían haber cuatro equipos, han habido dos y medio.
Porque el Olympique de Lyon se borró ayer cuando estaban en el túnel de vestuarios. Por lo menos, medio equipo, el más necesitado: la punta de lanza. Lisandro López se peleó consigo mismo y contra sus piernas, pero no tuvo su noche. Delgado, tres cuartos de lo mismo. Gonalons, un mediocentro muy decente y con ciertas dotes de clarividencia, anoche estaba ofuscado. Lloris, a la otra parte del campo, no tuvo su noche. Y lo que más rabia me da del asunto: Puel planteó el partido con todo el desacierto que no había aparecido en su andadura en Champions hasta ahora.
Y si un equipo se borró para mal, otro se ha borrado esta noche ¿para bien? Nunca, repito: NUNCA he visto a un equipo más descaradamente defensivo y desagradable a la vista llevarse una eliminatoria frente a un equipo tan diferente, con tanto color, con tanta chispa. Nunca he visto un sistema 1-7-2 en el minuto noventa (y ese "1" es del portero). Nunca he visto dos líneas más juntas en tan poco espacio. Y nunca he visto tan poca vergüenza en media cancha. Pero aplaudo la vergüenza torera de los futbolistas del Inter y de su entrenador: sabían a lo que iban y lo han logrado. Y es que lamentablemente, el fútbol se basa en los únicos valores objetivos que existen a nivel universal: los números. Y estos dan una final en la que el Inter tiene ya los dos pies.
Pero no todo va a ser criticar. No. Porque hay que ser críticos y justos, y el Barcelona NO ha jugado bien. No se llama jugar bien a tocar la pelota en el segundo tiempo delante de diez tipos encerrados en el área. No. A eso se le llama "lo único que puede hacer un equipo en esa situación". No he visto un solo corner botado como mandan los cánones en la segunda parte. Y con gente como Piqué, Touré o Keita se podría haber logrado un gol decisivo. En la primera parte, ni hablar del peluquín: el Barça ha chutado UNA vez a puerta. Tocar es bonito, golpear es efectivo. Combinar las dos acciones es arte, y el Barça lo hace en nueve de cada diez partidos. Hoy era ese partido tonto. Para marcar goles puedes tirar de lejos, puedes centrar al área o puedes fiarte de un regateador. Y no he visto nada de eso en la primera parte. Y en la segunda, tampoco. ¿Resultado justo? No sé que es justo o no. Sé que el Barça es el mejor equipo del mundo actualmente. Pero tuvo una mala noche en Milan y una un poco menos mala hoy. Y bueno, del árbitro no hablo: fatal para los dos.
Y el Olympique tampoco jugó solo. Jugó contra un Bayern que a la chita callando se ha plantado en el Bernabeu goleando. Juego sólido, toque atras (muy Van Gaal), un Demichelis imperial, un Van Buyten espléndido, un Altintop que me encanta por su versatilidad y un Ivica Olic por el que me alegro enormemente. Me pareció siempre un jugadorazo ignorado, y este ha sido el partido de su vida. Un zurdo de calidad, muy trabajador en la presión y con días espléndidos, como anoche. Enhorabuena.
Y para finalizar, un chiste: ¿saben ese que dice que eran dos descartes holandeses de un equipo que se jugaron una Copa de Europa en casa de ese equipo?
JM Martín