Las semillas de chía tienen cada vez más adeptos debido a sus múltiples propiedades y a su poder para acelerar la pérdida de peso.
Es por ello que, si incluyes las semillas de chía en tu dieta, podrás adelgazar y beneficiarte de un sinfín de bondades. ¡Recuerda que podrás adquirirlas en multitud de supermercados, herbolarios y tiendas de productos naturales!
Cómo consumir las semillas de chía
Si deseas que la chía empiece a estar presente en tu alimentación, te interesará saber que podrás consumirla pura o combinada con zumos, sopas, yogures o ensaladas.
No olvides, no obstante, que los expertos recomiendan no excederse con su ingesta y limitarla a una cucharada al día.
Asimismo, también será importante que la consumas unos 30 minutos antes de la comida y la cena para obtener excelentes resultados.
También puedes consumir semillas de chía tal y como nos muestran en el siguiente vídeo:
Los beneficios de las semillas de chía para adelgazar
Cada vez son más los estudios que demuestran los beneficios de la chía, como es el caso del informe realizado por el British Journal of Nutrition, que demuestra el poder de esta planta para acabar con los kilos de más.
Y es que las semillas de chía son fantásticas para bajar de peso debido a que:
- Aceleran el metabolismo y facilitan la quema de grasas, sobre todo de las que se instalan en el área del abdomen.
- Nos ayudan a lucir un vientre plano.
- Mejoran las digestiones al ser ricas en fibra, una sustancia que combate el estreñimiento.
- Poseen propiedades antiinflamatorias capaces de eliminar la celulitis y la piel de naranja.
- Reducen las ganas de comer debido a su poder saciante.
- Combaten los nervios y la ansiedad, los cuales llevan a multitud de personas a comer de manera compulsiva.
Asimismo, es importante destacar que las semillas de chía no tienen olor ni sabor, por lo que podrás consumirlas sin problemas.
Cómo obtener excelentes resultados
Si quieres adelgazar y acabar con los kilos de más, será vital que consumas semillas de chía con regularidad y que combines su ingesta con una dieta sana, ejercicio físico y dos litros de agua al día.