Revista 100% Verde
Hace unos días, la empresa Monsanto afirmaba que dejaría de ejercer presión en la UE para que los agricultores cultivaran sus semillas. Parece que la decisión se debe al rechazo general de sus productos por parte de la población y los gobiernos del viejo continente. Sin embargo, según declaraba la propia multinacional, Monsanto no se retirará de los países en los que goza de apoyo gubernamental, es decir, de Espańa y Portugal. En la Península Ibérica parece que queremos seguir a pies juntillas el ejemplo de EEUU, donde el 93% de todos los cultivos de soja, el 86% de todo el maíz, el 93% de colza, el 93% de semilla de algodón y el 95% de los cultivos de remolacha azucarera son transgénicos. El doctor en ciencias Gary Null, director del documental sobre la multinacional Monsanto “Seeds of Death” (“Semillas de Muerte”) describía en un artículo redactado junto con Richard Gale para la revista Progressive Radio Network los problemas que suponen el cultivo y el consumo de OGMs en EEUU. Sus preguntas y respuestas hacen referencia a las cuestiones más urgentes que se plantean quienes quieren saber algo más sobre los alimentos transgénicos, los riesgos que conllevan para la salud y el medio ambiente y la determinación de la industria agroquímica para controlar el abastecimiento de alimentos en EEUU. A continuación publicamos una traducción parcial de su texto original.
14.06.2013, ladyverd.com
Si toda esta información sobre los transgénicos es cierta (graves riesgos para la salud, destrucción del medio ambiente, ninguna mejoría nutricional ni de rendimiento de los cultivos), por qué el gobierno estadounidense apoya de forma incondicional a la industria?
Las grandes empresas químicas involucradas en la modificación genética de semillas y la fabricación de pesticidas, herbicidas y fertilizantes que acompańan necesariamente al cultivo de transgénicos representan uno de los lobbys más poderosos de EEUU. Sólo en EEUU, Monsanto gastó en sus grupos de presión 6,3 millones de dólares, más que ninguna otra empresa del sector agrícola a excepción de la tabacalera Atria. Incluso existe un grupo en el congreso denominado los Amigos de Monsanto, que fomentan una legislación que favorece los cultivos transgénicos y perjudica a los pequeńos cultivos tradicionales.
Fotografía de Vancouver Media Coop Tras la destrucción del sector productor estadounidense mediante los acuerdos de libre mercado y la deslocalización de puestos de trabajo y fábricas que marcharon a Asia, EEUU tiene poco que exportar aparte de armamento y tecnología militar, medicamentos y equipamiento médico y alimentos. Los transgénicos ya dominan la práctica totalidad de los cultivos de maíz, soja, algodón y remolacha azucarera en EEUU, y en breve también el de alfalfa, por lo que los legisladores están convencidos de que se ha llegado a un punto sin retorno y de que los transgénicos están unidos de forma permanente a nuestro futuro. Esta perspectiva es sumamente ignorante y no está teniendo en cuenta los crecientes costes sanitarios relacionados con el enorme espectro de enfermedades y graves problemas de salud derivados del consumo de transgénicos.
Las empresas agroquímicas cuentan con los peores expedientes delictivos de todos los sectores industriales. Entre sus miembros más activos se encuentran Monsanto, DuPont (Pioneer), Dow Chemical, Syngenta, BASF y Bayer. Las muchas décadas de mentiras, violaciones de los derechos humanos, contaminación y degradación medioambiental, negligencia de las medidas de seguridad química e industrial, soborno a funcionarios gubernamentales y delitos cometidos fuera del país para eliminar las distintas leyes agrarias de las naciones, manipulación de los procedimientos legislativos… podrían llenar volúmenes enteros. Lo que todas las multinacionales agroquímicas tienen en común es la generación de ingresos y la despiadada especulación para lograr sus objetivos económicos. En internet existe una enorme cantidad de información excelente sobre los delitos de las multinacionales:
Corporate Watch (UK)
Corporate Accountability Project
(…)
Occupy Monsanto
Organic Consumers´Association
Occupy Monsanto 360
Por último, la reciente controversia sobre el estudio francés que demostraba la contribución de los transgénicos a al desarrollo de diversos tipos de cáncer y los intentos de las agencias legislativas gubernamentales para desacreditar este estudio han revelado hasta qué punto las normativas de aprobación de transgénicos son negligentes y están faltas de base científica. En lugar de hacer que los transgénicos pasen un estudio riguroso que garantice que estos alimentos modificados son seguros para el consumo, la USDA y la FDA han demostrado tener muy poca preocupación por la salud, así como que las funciones legislativas que regulan a los transgénicos se limitan a cubrir simples necesidades burocráticas que solamente benefician la salud económica de estas megamultinacionales, tales como Monsanto y DuPont, que dominan la industria de los transgénicos.
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Seeds of Death