Por Dario Ergas Durante la visita a Israel de amigos de Europa y Latinoamérica para difundir el Mensaje de Silo y el Humanismo Universalista, tuvimos la oportunidad de asistir a la Cuarta Conferencia para el Estudio de la Espiritualidad Contemporánea (ICSCS) en la Universidad de Haifa. Fuimos invitados por la directora del departamento de educación Ofra Mayseless. Pressenza Jerusalem, 3/20/12 Nos llamó la atención que la irrupción de una nueva espiritualidad, anunciada por Silo ya en 1999 desde el Parque de Estudios y Reflexión de Punta de Vacas, fuera detectada en una universidad de Israel. Israel y todo el Medio Oriente están azotados por la espiritualidad del dogmatismo y de la intolerancia de los grupos religiosos, que contamina a toda la sociedad. La no separación entre religión y estado y la primacía cada vez mayor de los fundamentalismos al interior de las religiones, afectan todas las áreas de la sociedad y tienen temblando al mundo entero con sus amenazas y su violencia. En este ambiente, el intento de la Universidad de Haifa nos pareció un oasis que debíamos visitar. Esta conferencia se hacía múltiples preguntas: ¿Requiere el nuevo humanismo de una espiritualidad? ¿Puede la psicología apoyarse en procedimientos de escuelas espirituales para el desarrollo y la felicidad del ser humano? ¿La medicina tendría que aceptar dentro de sus estudios las medicinas alternativas? ¿Por qué los sistemas de creencias no son considerados como parte del conocimiento humano y estudiados a nivel académico? Esas y muchas otras interrogantes dieron lugar a más de 80 ponencias, talleres, conferencias y debates de temas vinculados con la espiritualidad. Frente a los temas tratados y al enfoque dado decimos que no solemos darnos cuenta que detrás de nuestra ciencia, historia, sicología, economía , sociología, antropología y otras áreas del saber está operando un sistema de creencias y una espiritualidad que da dirección y sentido a esa misma ciencia. El descubrimiento de hace pocas décadas de que el ser humano existe ha puesto en crisis el método científico. La existencia del ser humano puede parecer algo obvio, pero su reconocimiento como un ser no natural, intencional, poseedor de libertad es bastante reciente. Hace solo muy poco tiempo que conocemos la intencionalidad de la conciencia humana y cómo proyecta su interioridad hacia el mundo externo, el mundo de los otros. Hoy no es posible hacer ciencia sin considerar al observador, su intención y su punto de vista. La perspectiva del científico que hace y construye ciencia, es decir, la inclusión de la subjetividad, es lo que esta favoreciendo el desarrollo de la nueva ciencia. Desde la fenomenología a la física cuántica, la estructura ser humano-mundo permite comprender que la mirada humana no es algo que entorpece el método científico, sino una componente fundamental del mismo. Si las llamadas ciencias exactas tuvieron que tomar en cuenta la mirada del observador para la comprensión de los fenómenos cuánticos, las ciencias sociales tenderán a seguir esa misma ruta comprobando la imposibilidad de abstraerse de la subjetividad. En el Seminario asistimos a los esfuerzos de la Psicología para apoyarse en experiencias de corrientes espirituales como el budismo y la kabala para acceder a una experiencia de silencio que luego en su reinterpretación puede cumplir funciones terapéuticas. También se observaron los esfuerzos del humanismo para comprender lo sagrado no sólo desde una religiosidad, sino también desde la irreligiosidad y el ateísmo sin necesidad de aceptar instituciones y dioses. Llamaron la atención los esfuerzos para resolver el conflicto entre las tradiciones culturales que violentan o discriminan a seres humanos de otras culturas o incluso a gente de su propia cultura, desde un humanismo que se proclama respetuoso de la diversidad. Sabíamos que cuando hablan de este nuevo humanismo todavía se refieren a los ambientes europeos y no se han estudiado los aportes surgidos desde Latinoamérica y en particular las contribuciones hechas por Silo en la concepción de ser humano, conciencia y el humanismo universalista. La tesis que estaba en el trasfondo del seminario y que expresó su organizadora en el plenario es que el desarrollo espiritual es el que puede dar un nuevo impulso a la ciencia y reorientarla hacia el beneficio y felicidad de la humanidad. ¿Será comprendida e incorporada esta tesis por la Academia?