Revista Libros
Sencillamente Henry
Michelle MagorianEditorial Oniro, Barcelona, 2009ISBN 9788497543828Sencillamente Henry es un libro delicioso, a la antigua usanza, de los que te hacen volver a disfrutar la lectura absorbiéndote, haciéndote olvidar dónde estás y qué hora es. ¿ Y cómo se consigue algo así? Para mí, el secreto reside en la mezcla de ingredientes: una trama interesante, unos protagonistas con situaciones extremas pero posibles, un entorno y una sociedad descritas con gran realismo y fidelidad y, sobre todo, una gran maestría en el manejo del ritmo narrativo.Michelle Magorian ha construido una novela que, en un primer término cuenta la historia de Henry, un adolescente que vive en Inglaterra, a mediados del siglo XX, con su madre, su abuela paterna, su padrastro y su hermanastra. Este arranque parece que no va a dar para mucho, pero a lo largo del libro vamos a ver cómo la trama da giros sorprendentes, las situaciones se complican por momentos, los personajes que creíamos ver de una forma, no son así. Asistimos también a la transformación del protagonista, a su crecimiento personal, a la pérdida de prejuicios sociales, a su travesía hacia la juventud. Pero hay más. En el decorado de fondo, vemos cómo era la Inglaterra de la posguerra, con casas bombardeadas que no se reconstruyeron, cartillas de racionamiento, penalidades de alimentación o vestido, la educación... pero hay un elemento importantísimo en la novela, tanto que podría considerarse un personaje más: el cine.Henry y sus amigos comparten la afición por el cine, que ha unido sus vidas y que marcará sus futuros. A través de las películas que ven los protagonistas, de los comentarios que hacen sobre las que aún no han visto o de las indagaciones que hacen para sus trabajos escolares, asistimos a la reconstrucción de la historia del cine, de una forma sutil, entremezclada en la narración, sin cansar o ralentizar el ritmo.Un aspecto interesante es el papel de las mujeres, que deja adivinar el peso que tuvieron que llevar en la posguerra. Y no sólo porque trabajaban sin descanso, sino también porque las leyes y los prejuicios sociales las maltrataban especialmente. Hay dos mujeres en la novela que se sitúan en los extremos (bondad-maldad) y que se pueden considerar modelo de las figuras de los cuentos tradicionales. Me refiero a la abuela de Henry, que sería la bruja mala y a la Sra Beaumont, escritora de la que se hace amigo, que representaría al hada buena y protectora.También es interesante la forma en que muestra los prejuicios, tanto sociales como de género. Las personas que forman parte de familias "mal vistas" son rechazadas, sin tener en cuenta su valía personal. O, por ejemplo, las alusiones a que las chicas no pueden estudiar matemáticas y tienen que aprender cocina, costura, etc o a que los estudiantes de Formación Profesional no valen para estudiar. Pero lo mejor de todo es, como dije al principio, que es un libro que se disfruta, con el que la lectura vuelve a ser un placer. Este libro ha recibido el premio Costa Book Award a la mejor novela juvenil de 2008
Michelle Magorian nació en 1947 en Portsmouth (Inglaterra). Además de dedicarse a la escritura, es actriz de cine y televisión. Ha escrito también Good Night, Mister Tom y Back Home, entre otras obras de prosa y poesía. Por Sencillamente Henry recibió el Costa Book Award a la mejor novela juvenil de 2008