No sé qué Bariloche es más auténtico: si el de los egresados, el de los brasileros, el de los paquetes-todo-resuelto o el de fin de semana largo a pura excursión y chocolate. Pero sin dudas, hay uno que vale la pena conocer, porque este es un lugar que te ofrece un entorno natural único. Entrar en contacto con los sonidos del bosque, el perfume de los árboles, el viento y el sol en el cuerpo, el paisaje que se revela, deja una huella duradera en quien lo experimenta. ¿La mejor manera de probarlo? Subir a un refugio de montaña. Una experiencia de exploración y descubrimiento que en Bariloche tiene muchas opciones.
Para quienes tengan ganas y todavía no se animaron va una rápida referencia que los anime a tomar la desición y largarse a caminar montaña arriba.
El refugio del Cerro López sobre el bosque de lengas.
Dos horitas y estás arriba: Refugio del Cerro López (1650 msnm).
Para ver el Nahuel Huapi como lo ven los cóndores.
A 23 km en el Circuito Chico empieza la picada que sube al refugio del Cerro López. Un kiosco junto al Arroyo López indica el comienzo. La picada está muy bien marcada en todo su recorrido. El primer tramo sube junto al arroyo por el sendero que lleva hasta Roca Negra, un refugio-restaurant a 1220 metros de altura (visible desde la entrada a Colonia Suiza). Es ideal para hacer una parada y disfrutar de la vista sobre el lago. El sendero sube luego a través del bosque de lengas que se van achaparrando hasta llegar al Refugio del Cerro López que está por encima del límite de la vegetación. Está bien provisto, se puede hacer noche y generalmente hay un lindo ambiente de viajeros de todo el mundo con ganas de intercambiar experiencias, información y tomar unos mates.
El Lago Gutiérrez desde la picada eslovena.
Tres horas largas y muchos paisajes: Refugio Emilio Frey (1700 msnm).
Un balcón al Lago Gutiérrez que termina en la alta montaña.
En la base del Cerro Catedral, justo al lado del estacionamiento del Centro de Esquí, comienza la picada eslovena que va hasta el Refugio Emilio Frey ubicado junto a la laguna Toncek. Tras dos horas caminando por un sendero bien señalizado que sube suavemente se llega al arroyo Van Titter. Allí comienza el ascenso por la senda que atraviesa el bosque. En veinte minutos de caminata se llega al refugio Piedritas (un pequeño refugio construido bajo una gran roca) y subiendo una hora más se encuentra el refugio. Ofrece muchos servicios y regularmente organiza cenas especiales, encuentros musicales y otros eventos. Tiene un sitio con información actualizada y página de Facebook.
El Lago Nahuel Huapi desde el Mirador del Pedregoso.
Apto para todo público: Refugio Neumeyer (1320 msnm).
Para asomarse al desierto patagónico desde el bosque andino.
A 18 km del centro de Bariloche se encuentra el Refugio Neumeyer. Saliendo por la Ruta 40 hacia El Bolsón y girando en la rotonda de Circunvalación rumbo al aeropuerto, a un kilómetro adelante, sobre la derecha, está el cartel que marca el camino hacia el refugio. Son unos 12 km de ripio que atraviesan el Valle del Challuaco. En verano se pueden transitar con cualquier vehículo. Es un refugio apto para todo público porque se puede llegar en auto y luego hacer caminatas por los senderos que de allí parten. Hay pautados seis recorridos de distinta dificultad y duración.
El sendero que va hasta la Laguna Verde y el Mirador del Pedregoso lleva unos cuarenta minutos a una hora entre ida y vuelta. Recorre un bosque de lengas y coihues donde se pueden ver muchos pájaros, caranchos, chimangos, cachañas y si se tiene suerte, pájaros carpinteros. Hay un mirador por encima de la Laguna Verde, hábitat protegido de una especie que sólo vive allí: la Rana del Challhuaco.
La senda continúa subiendo para terminar en el Mirador del Pedregoso, a unos 1500 msnm, desde donde se puede ver el Nahuel Huapi, Bariloche y el entorno de la estepa patagónica.
El refugio Neumeyer está abierto todo el año. En su salón principal se ofrecen comidas caseras para el almuerzo, la cena y cosas ricas para la merienda. Ideal para la vuelta de alguna caminata por sus alrededores. Está calefaccionado a leña, tiene duchas y se puede pasar la noche. Ofrecen distintas excursiones guiadas, cenas especiales y actividades de montaña en verano e invierno. Más info acá.
Hay que tener cierto estado físico para salir a recorrer senderos y refugios, ya que algunos requieren caminar varias hora, pero no es necesario un entrenamiento especial, ni un equipo sofisticado. Digamos que es una actividad accesible, (y recomendable) para la mayoría de los mortales.
Para salir a la montaña es obligatorio y gratuito completar el registro de Trekking de Parques Nacionales, a través de su sitio o en sus oficinas en el centro de Bariloche (Av. San Martín 24). También es importante conocer las recomendaciones del Club Andino Bariloche. Y tener claro que la montaña es un lugar fascinante, pero que tiene sus secretos, y para quien no los conoce lo mejor es estar bien informado y seguir las indicaciones. (Es mejor eso que salir en los diarios de la zona). -