Por Justo Cruz*
Las víctimas de las bombas “made in USA” en todo el mundo, le exigen a usted que devuelva el premio Nobel de la Paz que hace un año los “distinguidos señores” del Comité Nobel de Noruega decidieron entregarle.
¿Cómo se puede participar en tantas guerras a la vez y al mismo tiempo recibir un premio por la paz a cambio?
La entrega de ese premio constituye una ofensa a las cientos de miles de víctima de las guerras que usted y su camarilla de generales y magnates inventan cada vez que les viene en gana.
Devuelva ese premio, para que el señor Alfred Nobel deje de revolcarse en su tumba y pueda descansar en paz de una vez y para siempre. No olvide que en su testamento él dejó plasmado bien claro que su premio debía ser entregado "a la persona que haya trabajado más o mejor en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o reducción de los ejércitos existentes y la celebración y promoción de procesos de paz".
Yo le pregunto a usted señor presidente:
¿Qué ha hecho usted a favor de la fraternidad entre las naciones? ¿Qué ha hecho usted por la reducción de los ejércitos existentes? ¿Qué ha hecho usted por la promoción de los procesos de paz en el mundo?
Usted no ha hecho nada Señor Presidente. Usted no ha hecho otra cosa que continuar “la obra” de su antecesor.
Ya no es un secreto para nadie que cuando hace 8 años la Casa Blanca, bajo el mando de George W. Bush decidió invadir a Irak, éste dio la “orden de ataque” después de haber manipulado y engañado con alevosía y premeditación a la opinión pública internacional. Hoy todos sabemos que apoderarse del petróleo iraquí fue el verdadero motivo.
Gracias a la política de mira y calla del consejo de Seguridad de la ONU y gracias al beneplácito de sus “halcones” europeos, lo lograron.
Desde que usted tomó el poder, no ha hecho otra cosa que mantener una guerra abominable en Irak, con cientos de miles de víctimas inocentes, hundiendo a ese sufrido país en el caos y la violencia.
Usted y el señor Bush deben ser condenados por Crímenes de Lesa Humanidad.
Devuelva el premio Nobel de la Paz, usted no se lo merece.
Las noticias, casi diarias de las cientos de “víctimas colaterales” en el mundo árabe parecen ser ya normales en la dinámica de nuestra vida diaria. Esta es la perversa realidad a la que usted y los intereses imperiales que usted y sus políticos representan, nos han acostumbrado.
El pasado jueves día 17 de febrero, un avión no tripulado de su ejército asesinó a más de 30 personas inocentes en el noroeste de Pakistán, así, de un bombazo, como si matar a ciudadanos árabes fuera la cosa más normal del mundo. Estos no son casos aislados, son masacres que suceden casi a diario en todas las zonas de conflicto “made in USA”...
¿Cómo se pueden asesinar a personas inocentes basándose en mentiras y manipulaciones en tantos lugares a la vez y recibir un premio a cambio?
¿Cómo se les puede hacer tanto daño a los pueblos árabes? ¿Qué valor tiene para usted la vida de un musulmán?
Usted ha engañado a la humanidad, de la misma manera que sus antecesores de la Casa Blanca.
Hace más de dos años, cuando usted pronunció por primera vez la frase “Yes, we can” el mundo entero se llenó de júbilo. Muchos llegamos hasta pensar que todo podía ser posible. Un negro como Presidente de los Estados Unidos sobrepasó todas nuestras expectativas; algunos, los más tontos, hasta empezaron a creer en el “sueño americano”. Mientras a usted lo paseaban como una “estrella de Hollywood”, el mundo empezaba a creer que quizás las cosas cambiarían.
Pero nada ha cambiado Señor Presidente, Usted se ha convertido en un poco de lo mismo. No se puede tener un premio Nobel de la Paz en la vitrina de la Casa Blanca y al mismo tiempo bombardear a personas inocentes en nombre de historietas inventadas que ya nadie se cree.
¿Hasta cuándo, Señor Presidente?
¿“Yes, we can” de qué? Ustedes no pueden nada. Ustedes solo saben hacer guerras.
Si usted cree que dar la orden por teléfono para comenzar un bombardeo sin importarle las pérdidas de vidas humanas es un acto de poder, pues se equivoca. Bombardear a personas inocentes que nada le han hecho a su país, no es más que un acto criminal.
Ya son más de cien las “víctimas colaterales” de vuestro terrorismo de Estado. Este es el precio que tiene que pagar el pueblo libio por poseer grandes reservas de petróleo.
Usted y sus servidores en el Parlamento Europeo no son más que unos pícaros políticos que viven de inventar enemigos y hacer guerras para apoderarse de los recursos naturales de las naciones más débiles.
“Yes, we can”.
¿Quién dijo que usted puede? Usted no puede nada, usted es sólo un instrumento de los mismo de siempre, esos demagogos de las políticas, responsables de las desgracias de este mundo.
¿Cómo se puede dar la orden de comenzar un bombardeo criminal y después seguir paseándose por América Latina como si nada, dando sermones sobre libertad y derechos humanos?
Ya usted lo dijo una vez “No es señal de valentía ni fuerza el lanzar cohetes contra niños que duermen”. En ese punto le doy toda la razón. Las victorias militares no son siempre victorias morales y su ejército está acostumbrado solo a las victorias militares, porque viven de asaltar a los débiles como los animales salvajes, con la diferencia de aquellos no actúan conscientemente, ustedes sí.
Uno de sus soldados, el analista de noticias Bradley Manning, se encuentra internado en prisión en la base de marines El Quantico del estado de Virginia desde hace más de 10 meses. A Bradley el gobierno que usted preside le acusa de haber suministrado material de video secreto a Wikileaks. Le propongo que vea uno de los materiales de video suministrado supuestamente por Bradley, tómese su tiempo para que vea como helicópteros de combate tipo AH-64 apache, tripulados por sus soldados masacran a 9 civiles iraquíes y a dos periodistas de la agencia Reuters. Mire esas imágenes para que vea como esos criminales de guerra “made in USA” hacen comentarios sádicos mientras asesinan a personas inocentes como si se tratara de un videojuego en una computadora. Le estoy hablando del ejército de los Estados Unidos de América, su ejército.
Para su gobierno y su ejército imperial, Bradley es un traidor que merece la pena de muerte, los soldados que cometieron esas fechorías son los héroes de su guerra genocida.
Mientras su gobierno mantiene a Bradley en prisión bajo condiciones infrahumanas, desnudo 23 horas al día en una habitación fría y sin contacto con el exterior, los verdugos del pentágono, responsables de cientos de miles de víctimas en Irak, Afganistán, Pakistán y ahora en Libia, son los héroes de guerras absurdas, faltas de toda lógica humana.
¿Ha oído hablar usted del “Kill Team”? Yo sé que sí, pero no obstante le refrescaré un poco la memoria.
“Kill Team” no es más que un grupo numeroso de soldados norteamericanos que convirtieron la guerra en Afganistán en un campo de juegos criminales donde los muertos no eran ni talibanes, ni “rebeldes”, los muertos eran civiles afganos, personas inocentes, víctimas de atrocidades, donde sus cadáveres eran presentados por sus “guerreros a lo Rambo” como trofeos de guerra. Hay más de 4.000 videos y fotografías donde se pueden ver las atrocidades de los criminales de guerra que usted envía por el mundo en nombre de una “guerra contra el terror” o en nombre de una “asistencia humanitaria” que ni ustedes mismos, ni sus “aliados” europeos se creen.
¿Quién le dijo a usted, Señor Presidente, que el mundo árabe necesita de su “ayuda humanitaria”?
¿Quién le dijo usted que el pueblo libio necesita de sus “guerreros” para resolver sus problemas internos?
¿Qué espera el Consejo de Seguridad de la ONU y la Liga Árabe para exigir una resolución de asistencia humanitaria a Irak, Afganistán, Yemen y Pakistán para que vuestras bombas y cañones no sigan segando vidas inocentes? ¿Qué espera su Secretario General Ban Ki-moon para exigir una resolución que imponga una zona de restricción aérea que limite las acciones militares de los bombarderos “made in USA” y sus lacayos de occidente?
¿Hasta cuándo, Señor Presidente?
El mundo está cansado de vuestras “intervenciones humanitarias”.
Basta ya del negocio sucio de la guerra.
¿Cómo usted se puede llenar la boca para hablar de derechos humanos y de libertades? ¿Dónde están los derechos de su soldado Bradley Manning?
¿Dónde están los derechos de los prisioneros musulmanes en la base de Guantánamo que usted ocupa ilegalmente en territorio cubano?
¿Dónde están los derechos del pueblo libio, del pueblo palestino, del pueblo iraquí, del pueblo afgano?
¿Dónde está el derecho del pueblo cubano de tener el sistema político que el mismo estime conveniente?
¿Dónde están los derechos de los 5 Héroes Cubanos prisioneros injustamente en sus cárceles imperiales?
Devuelva por favor el Premio Nobel de la Paz que usted no se lo merece. Hágalo por favor para que Alfred Nobel no siga revolcándose en su tumba. Ya fue demasiado cuando al “Comité de Oslo” se le ocurrió entregarle el premio a Henry Kissinger el año 1973. Henry Kissinger, el “ideólogo” de la “Operación Cóndor”
¿Se acuerda de la “Operación Cóndor” cuyo objetivo era coordinar los aparatos represivos de las dictaduras latinoamericanas en las décadas de los 70 y 80 para secuestrar y asesinar a opositores?
Pues a este señor también le pagaron sus atrocidades y barbaridades en Latinoamérica con un Premio Nobel de la Paz.
Así anda este mundo donde se está poniendo de moda repartir premios a la ignominia, la traición y el abuso para justificar los intereses de políticas imperiales.
Señor Presidente Barack Obama, entregue su Premio Nobel, usted no se lo merece.
No siga ofendiendo nuestro sentido común, ni nuestra sensibilidad humana.
Entregue su Premio, hágalo en nombre de sus “víctimas colaterales” para que descansen en paz.
*Justo Cruz, cubano residente en Alemania y Coordinador de Cuba Si (www.cuba-si.org).
Fuente: enviado por el autor a Martianos-HERMES
Imagen agregada RCBáez